El ambiente que vivirá este domingo el municipal de Sant Francesc Xavier será el de las grandes ocasiones. Y es que a la visita del Atlético Baleares al estreno como local del Formentera como equipo de la Segunda División B cabe añadirle la gran cantidad de aficionados del cuadro blanquiazul -se esperan cerca de 200- que poblarán buena parte del recinto deportivo en donde se disputará el partido.

Este domingo no habrá gradas supletorias en Formentera, así que la capacidad, ya de por sí reducida en la única grada existente en el municipal formenterense (400 asientos), solo se podrán sumar las 200 localidades de los espectadores de pie que rodearán el campo de fútbol y con los que apenas se llegará a las 600 localidades en el campo.

Una disponibilidad que en principio no dará abasto tanto a los seguidores del cuadro local, que no querrán perderse el estreno de los suyos en la categoría de bronce del fútbol español, como los que vengan desde Mallorca, bien a través del viaje organizado por el Atlético Baleares (160 confirmados por parte del club) o bien los que estarán en Formentera por su cuenta, apartándose de la logística montada por la entidad y aprovechando la época estival en el que se disputará el encuentro. Con todo, no se descarta que la cifra por parte del Baleares pueda subir hasta los 200, ya que se está mirando la opción de disponer de un tercer autocar pese a que el plazo expiró ayer a las 12 del mediodía.

De esta forma, en el recinto deportivo del Sant Francesc Xavier no cabrá un alfiler. Todo para asistir a un duelo histórico en la categoría y que no se repite en competición oficial desde hace 37 años. Más en concreto, desde el 11 de mayo de 1980, partido en el que por primera y última vez coincidieron ambos equipos en la isla menor y que acabó con marcador favorable al equipo que por aquel entonces entrenaba Enrique Saez por 4 a 1. Una victoria que no evitó su descenso de categoría, al sumar tan solo siete triunfos en toda la campaña. Además, fue la temporada del arranque del grupo balear de la Tercera División, la del ascenso del Real Mallorca a la Segunda División B ante un Baleares que quedó décimo tercero, a 32 puntos de distancia de su eterno rival.