Nadal ha dado una nueva vuelta de tuerca a su carrera. Cuando eran muchos los que pensaban en voz alta que sus mejores días como tenista habían pasado, el campeón de Manacor ha demostrado que le queda cuerda para rato. Si está en plenitud de condiciones físicas, como ocurre este año, y es capaz de competir de igual a igual con sus rivales, no es inferior a nadie. Y los números lo atestiguan en un 2017 excepcional. Finalista del Abierto de Australia y campeón en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roland Garros, Nadal ha recuperado el cetro mundial del tenis. Desde hoy pasa a ocupar la primera plaza de la clasificación ATP, tres años después de que lo fuera por última vez. El 7 de julio de 2014, después de caer en octavos de final de Wimbledon ante el australiano Nick Kyrgios -su verdugo en Cincinnati- cedió la primera plaza al serbio Novak Djokovic después de 39 semanas consecutivas en lo más alto del tenis mundial.

Nadal, que además de su excepcional temporada ha sacado partido de la renuncia de Andy Murray a Cincinnati, intentará retener la primera plaza en el Abierto de Estados Unidos, que comienza el próximo día 28 en Nueva York. Campeón en Flushing Meadows en 2010 y 2013, el ganador de quince grandes dijo tras quedar eliminado en el Masters 1.000 norteamericano que trabajará "para mantener el liderato todo el tiempo posible".

Cuando empezó 2017, después de un 2016 marcado por las lesiones en su muñeca izquierda, posiblemente ni el propio Nadal soñaba con volver a ser número uno, algo que, por otra parte, hace tiempo que ha dejado de preocuparle. El manacorí siempre repite que la prioridad es conquistar títulos, y si lo consigue, lo demás cae por su propio peso.

La derrota en octavos de Wimbledon ante el luxemburgués Muller en cinco sets, en el año en el que mejor llegaba a la cita londinense de hierba desde 2011, parece haber hecho mella en el rendimiento de Nadal, a tenor de los pobres resultados en Montreal y Cincinnati. En la cita canadiense cayó sorprendentemente en octavos ante el local Shapovalov, 144 del mundo. Y esta semana ha cedido en cuartos ante Kyrgios.

Pese a todo, no le ha impedido iniciar desde hoy su semana 142 como número uno, reanudando lo que comenzó un 18 de agosto de 2008 -hace casi una década- cuando, tras conquistar Wimbledon por primera vez, fue número uno 46 semanas consecutivas. De julio de 2010 a junio de 2011, otras 56 semanas. Un nuevo reto para Nadal está servido.