El 55 % de las altas del Atlético Baleares cuentan con al menos un pasaje de su carrera deportiva vestido con los colores del Atlético de Madrid. Fichajes que han contado con el visto bueno de un técnico, Armando de la Morena, que les conoce casi a la perfección tras 17 años de entrenador en el club colchonero. Por todo ello, la conexión entre ambos 'Atléticos' es total y absoluta.

El convenio firmado con el Atlético de Madrid el pasado abril marca el punto de inflexión en la política de fichajes del club blanquiazul. De la pléyade de futbolistas extranjeros, algunos de ellos de dudoso nivel para jugar con garantías en el fútbol español, se ha pasado a apostar por el producto nacional, con antecedentes, currículo deportivo y, sobre todo, avalados en este caso por el nuevo técnico, Armando de la Morena. En Son Malferit es un plus haber pasado por el Manzanares.

Alberto Villapalos (Madrid, 1995, defensa central) ha llegado tras una temporada para el olvido entre lesiones y falta de confianza en su anterior equipo, el Sevilla C. Buscará reivindicar un lugar en el centro de la zaga y tendrá que luchar duro por hacerse un hueco en una zona en la que los galones de Vallori, Sergio, Manu y hasta Uche le adelantan a priori.

Borja Martínez (Alicante, 1993, mediocentro) era una de las joyas de la cantera rojiblanca y fue internacional en categorías inferiores, pero decidió volar hace un par de temporadas rumbo al Espanyol, en donde no acabó de despegar. Gran visión de juego y calidad en sus botas adornan a este centrocampista al que conoce muy bien De la Morena.

Nacho Heras (Leganes, 1997, delantero) es otro producto de la cantera rojiblanca que también pasó por las manos del técnico balearico. Está llamado a ir de menos a más en una categoría no conoce, pero en la que puede aportar mucho dadas sus características y personalidad.

Álvaro Sánchez (Segovia, 1993, delantero) es, sin duda, el fichaje sorpresa de este verano. "El míster dio mi nombre y aquí estoy", afirmó en su presentación el pichichi del Grupo 7 de la Tercera con el Unión Adarve madrileño. El atacante también pasó por los juveniles colchoneros, en donde coincidió con De la Morena.

Gerard Oliva (Tarragona, 1989, delantero) es la última incorporación con pasado rojiblanco. En su caso, solo estuvo en el filial dos temporadas (13 y 6 goles). De allí lo conoce el del Baleares, aunque su aval son los 18 goles de la pasada temporada en el Badalona. Está llamado a ser un futbolista diferencial en el equipo.