Joan Lluís Pons entra hoy en acción en el Mundial de natación de Budapest. El deportista del Club Natación Palma será uno de los protagonistas españoles en el cierre del Campeonato.

El solleric buscará mostrar de nuevo su mejor versión en los 400 metros estilos, la prueba que le sirvió hace un año para meterse en la elite internacional al disputar la final en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

A sus 20 años, el mallorquín se estrena en unos Mundiales absolutos. Debutó el pasados martes, en unos 200 mariposa en los que tuvo una actuación discreta, siendo vigésimo sexto en las series. "Me hubiera gustado hacer mejor marca. Estoy contento con el estilo, pero no en los virajes. De todos modos esta prueba era para entrar en competición", explicó el solleric, que admitió su decepción. "Lo que toca es estar a tope para el domingo, que es cuando tengo que nadar los 400 estilos y es lo que tengo que hacer mejor", advirtió entonces. Hoy tiene ante sí el reto de confirmar el porqué de su presencia en el Mundial en la que es su mejor prueba.

El otro foco de interés española se centrará en Mireia Belmonte. La catalana afrontará también los 400 estilos, en su caso con el claro objetivo de subir a un podio que se le escapó ayer en la final de los 800 metros.

Belmonte, campeona olímpica de 200 mariposa, fue cuarta por detrás de la estadounidense Katie Ledecky, la china Bingjie Lie y la también estadounidense Lea Smith. La catalana, oro en 200 mariposa y plata en el 1.500 en este Mundial, registró un crono de 8:23.30, casi cinco segundos por encima del tiempo que tenía acreditado y repite el mismo puesto conseguido en 2016 en esta prueba en los Juegos de Río. "Estaba mareada y con mucho dolor de cabeza. Mañana -por hoy- ya espero estar mejor, porque afronto la última prueba y ya está", indicó Belmonte, que sobre la final de 800 dijo: "A Ledecky la ves en la salida y hasta el final no la ves, porque siempre va muy adelante".