Un drama. Cada vez que un temporal azota Mallorca resuena esta palabra en la gran mayoría de directivos y entrenadores de los equipos de baloncesto, fútbol sala o balonmano base, y de otros deportes que se disputan en pabellones, debido a las pésimas condiciones en las que se encuentra. Un estado que se refleja, invariablemente, en la aparición de golteras y las filtraciones de agua.

No hace falta escudriñar demasiado en las redes sociales para encontrarse con ejemplos claros de cómo la lluvia hace estragos en la competiciones. Y más en un fin de semana como el vivido, en el que se han suspendido el 90 por ciento de las actividades deportivas que estaban previstas. La Federación Balear de Fútbol ha visto cómo se suspendían casi todos sus partidos, el campeonato de Balears de duatlón se anuló, al igual que la reunión de trote de Manacor, todas las competiciones de atletismo, el Puntuable Zonal Juvenil de golf que iba a celebrarse en Son Servera y varias de los actividades con motivo de las fiestas de Sant Sebastià de Palma.

En baloncesto, por ejemplo, además de suspenderse partidos por los cortes de carreteras que impidió trasladarse a los pabellones, algunos se tuvieron que suspender o aplazar su inicio por culpa de las goteras. Aunque fueron más los que se jugaron echando mano de los cubos y de las fregonas. Sin ir más lejos, el CB Pla pidió disculpas al CB La Salle por las condiciones del pabellón del Pla de Na Tesa; los colegiales no le dieron importancia, y también colgaron en internet cómo estaba su pista.

Pero, sin lugar a dudas, la situación más dantesca se vivió el sábado por la tarde en Son Moix. Y concretamente en los equipos de gimnasia que se ejercitan en el pabellón porque de nuevo se vio a los entrenadores con la fregona y los cubos secando el suelo y limpiando la sala que usan. La pregunta fue: “¿Y dónde está el propietario?”.