Hugo Rodríguez, del equipo Gardenhotels del Club Atletisme Inca, se impuso ayer en la XXX edición de la Cursa de sa Llego, disputada en sa Pobla sobre un recorrido de 7.780 metros. El vencedor, de 29 años de edad, completó la popular prueba santantoniera con un tiempo de 24:21 minutos, resolviendo a su favor el ajustado final que protagonizó junto a José Luis García, del equipo FisioPlanet, del Club Atletisme Amistat, quien entró en meta a cuatro segundos del vencedor, con una marca de 24:25 minutos.

La tradicional carrera poblera, convocada en el marco de las fiestas de Sant Antoni, registró en meta la tercera posición de Antoni Gran Sánchez, también del equipo FisioPlanet, del Club Atletisme Amistat, quien se adueñó del tercer peldaño del podio absoluto al concluir su concurso con un crono de 24:33 minutos.

La categoría absoluta de la féminas registró la victoria de Carolina Sitges, del equipo Ferrer Hotels, ocupando en la general total la posición número 64, tras concluir su recorrido con una marca de 28:31 minutos. La segunda mejor de las féminas fue Sebastiana Llabrés, del Gardenhotels de Inca, con un tiempo de carrera de 28:44 minutos; mientras María Ramis, del Club Marathon Mallorca, se hacía con la medalla de bronce de su división con un tiempo de 28:51 minutos.

En esta ocasión fueron 1.650 los corredores que tomaron la salida de sa Llego, desafiando unas gélidas temperaturas y con la mirada puesta en los altos picos de la Serra de Tramuntana que aguardaban la caída de la nieve.

El recorrido, llano, de 7.780 metros significó un plácido paseo para unos y un auténtico calvario para los últimos en llegar, que en ambos casos, llenó de gozo a unos y a otros, pues disputar sa Llego, como dicen todos los que han experimentado el placer de participar en esta carrera, "tiene un embrujo especial que entraña puro sentimiento".

La versión de la Llego Minyona, que se disputó por segundo año consecutivo, se dividió en tres categorías, con participación de niños y niñas de edades comprendidas entre los dos y cinco años. Contó con un total de 800 participantes, que hicieron las delicias de sus padres y familiares. Unas pruebas de base que garantizan la perpetuidad de una carrera que nació hace 35 años, fruto de la quimera de unos pocos románticos del legendario atletismo pobler.