­Una excelente actuación de Nicola Mirotic, con 29 puntos y 11 rebotes, así como el extraordinario trabajo colectivo de los jugadores de Juan Antonio Orenga, dio ayer a España su primer oro europeo Sub 20, tras su victoria sobre Italia, por 82-70. Un triunfo histórico en el que participaron los mallorquines Joan Tomás, que anotó siete puntos, y Joan Sastre, quien vio limitada su aportación por una lesión en la nariz que sufrió en el primer minuto de la gran final, víctima de los malos modos del italiano Gentile.

El fatal golpe en la nariz de Sastre, que necesitó de tres puntos de sutura y dejó mareado al jugador mallorquín hasta el descanso, privó nada más comenzar a España de su segunda referencia anotadora. Eso le hizo volcarse aún más con Mirotic, que, a pesar de lo marcado que estaba, respondió como acostumbra.

Mirotic, MVP del torneo

Después, España no solo completó un gran partido, el decisivo, sino también un gran torneo, en el que ha acabado invicta y con la sensación de ser de largo el mejor equipo de Europa, una vez que Francia, la otra gran favorita, cayese en semifinales contra una Italia a la que los de Orenga han ganado en dos ocasiones.

Y es que si España ha sido la mejor selección, más claro ha sido que el Mirotic ha sido el mejor jugador. Pocas veces habrá un MVP más claro que el de este torneo de Bilbao. Máximo anotador con 27 puntos de media y también con 10 rebotes por partido. No ha habido nadie que se le haya podido siquiera acercar.

Aunque el campeón del torneo no solo ha sido su mejor jugador, sino un colectivo que ha aportado en función de los respectivos roles adjudicados de antemano y capaz de sobreponerse a cualquier contratiempo. Como las lesiones ayer de tres jugadores importantes. La de Sastre, su segundo mejor anotador, al principio; y las de Simeón y Llovet en la segunda mitad.

También merece una mención especial Orenga y su equipo técnico, que han salido muy revalorizados del torneo tras mostrarse muy superiores a sus rivales durante todo el campeonato.

Emoción hasta el final

Italia, pese a salir decidida a plantar cara desde el principio y con Melli muy enchufado, sucumbió poco a poco ante el recital de juego colectivo de España y el recital anotador de Mirotic.

Con España arreciando en defensa, Italia no encontró el camino de la canasta. Los azurri, pese al dominio español, no dieron el brazo a torcer y mantuvieron la emoción hasta el último cuarto, cuando Melli falló dos triples. Una concesión imperdonable.