Miquel Capó dio ayer una lección de ´fair play´. El atleta pobler llegó en primer lugar y destacado a la línea de meta del Isostar Desert Marathon, tras 112 kilómetros de carrera por el desierto de Los Monegros (Huesca). Sin embargo, el mallorquín decidió sentarse y esperar, durante casi 20 minutos, a Telmo Coimbra, al que dejó cruzar la meta en la primera posición.

Capó quiso agradecer de esta forma la ayuda que le ofreció el luso en el transcurso de la prueba, cuando se encontró indispuesto y con problemas musculares. Coimbra, lejos de escaparse, decidió esperarle, acompañarle y convencerle para que no abandonara. Tras superar esos malos momentos, Miquel Capó se recuperó bien y acabó por distanciarse del portugués, hasta llegar destacado a la línea de meta.

Al final, Coimbra ganó con un tiempo de once horas y 15 minutos, justo por delante de Capó. Curiosamente, en féminas ganó la mujer del luso, Susana Oliveira.

Caldentey y Mateo

Otros dos mallorquines participaron en esta prueba. Miguel Angel Caldentey finalizó en el puesto 20 y Carlos Mateo se clasificó en el puesto 33.

La primera edición del maratón por el desierto de Los Monegros resultó mucho más dura de lo que se había previsto. Con temperaturas de 39 grados y un terreno complicado, la lejanía entre los puntos de control y avituallamiento provocó muchos problemas a los atletas, que se quejaron de que la organización entregó muy poco líquido y que por esa razón muchos atletas sufrieron deshidratación. Tantos, que de los 141 inscritos abandonaron la carrera un total de 81 personas. Y entre los supervivientes, solo tres mujeres. El momento más crítico para los atletas fue tras el tercer control, situado en el kilómetro 40 tras una larga rampa. En ese punto abandonaron casi 30 atletas.