El mallorquín Rafel Nadal, que hoy se mide en su segundo partido de la Copa Masters a Novak Djokovic, recibió ayer de manos del presidente de la ATP, Adam Helfant, el premio correspondiente por terminar la temporada como número uno del tenis mundial. "Este año fue muy emotivo para m", confesó el ganador este año de tres títulos de Gran Slam (Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos) y un total de siete en todo el circuito.

Nadal hizo referencia, como en la mayoría de sus intervenciones ante la prensa, de lo duro que le resultó 2009 por motivos personales y una lesión que lo alejó de las pistas durante parte de la temporada. Vestido con un traje oscuro, el mallorquín irrumpió en la Pista Central del O2 justo después del primer partido de la jornada. El espectacular montaje de luces azules y música que ambientan el recinto anunciaron la salida del número uno del mundo, al que recibieron de pie, entre aplausos y algo de sorpresa.

Nadal se dirigió en inglés "a sus seguidores de todo el mundo" para dar las gracias por el apoyo recibido "día a día". "Espero veros mañana", dijo el tenista, de 24 años, que comenzó nervioso la competición en un primer encuentro con el estadounidense Andy Roddick, al que le costó vencer el lunes y lo hizo en tres sets.

Nadal, número uno del mundo, afronta hoy su segunda prueba en el ´Torneo de Maestros´ ante el serbio Novak Djokovic, con el que rememorará la última final del Abierto de Estados Unidos. Si bien el manacorí parte como favorito para ese duelo, por su posición en el ránking y por la última victoria conseguida en Nueva York en septiembre pasado ante el número tres del mundo, Nadal asegura que no se puede comparar la cita de aquella final con la de esta noche, en la pista dura del O2. "Son condiciones diferentes y factores diferentes", considera el de Manacor.

Su examen del miércoles se prevé sea el más duro dentro de la liguilla de grupo, aunque la costosa victoria ante Roddick podría haber superado las expectativas de ese siguiente duelo. Sin embargo, ese encuentro Nadal-Djokovic atraerá especial atracción por lo reciente que resulta todavía la final del Abierto de Estados Unidos, en la que Nadal se impuso por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-2 al serbio para conseguir su primer título de ese Gran Slam, tercero en la temporada 2010. Así pues, ésta podría ser la oportunidad de revancha para el serbio, que además ya ganó al isleño en la misma liguilla inicial de las Finales de la ATP en Londres, en este mismo recinto, en 2009.