Cara y cruz para la natación masculina en Budapest. Rafa Muñoz volvió al primer plano mundial con su oro en los 50 mariposa, mientras que el mallorquín Marco Rivera no pudo clasificarse para la final del 1.500 libre.

Rafa Muñoz y Duane da Rocha lograron ayer sendas medallas continentales, oro en los 50 mariposa masculinos y bronce en los 200 espalda femeninos, en un ejercicio de superación de sí mismos y que suponen las primeras medallas españolas en natación (sin contar las cuatro logradas en sincronizadas).

Tras los Mundiales de Roma de 2009 –fue bronce en 50 y 100 mariposa–, Muñoz desapareció del mundo de la natación. Tal fue su desconexión que se olvidó rellenar los protocolos de la Federación Internacional (FINA) que obligan a los deportistas a dar cuenta de su paradero a efectos de los controles antidopaje. La semana pasada, en Budapest, tuvo que comparecer ante el Panel Antidopaje de la FINA, que, finalmente, le quitó uno de los avisos después de que sus abogados y un psicólogo alegaran un cuadro depresivo en el último trimestre de 2009.

Muñoz paró el crono en 23.17, la mejor marca del año y el tercer mejor tiempo con bañador textil en toda la historia de la natación.

Bronce de Da Rocha

Duane da Rocha es, de momento, la gran sorpresa del equipo español en Budapest. Ayer sólo fue superada en la final del 200 espalda por dos británicas, Elizabeth Simmonds (oro con 2:07.04) y Gemma Spofforth (plata con 2:08.25).