El Sóller Joventut Mariana no pudo hacer más en su visita al Rivas Ecópolis. Las baleares acusaron en exceso su corto banquillo y no pudieron hacer frente al juego efectivo y reboteador de las madrileñas, en las que destacó la excelente actuación de Langhorne (18 puntos y 13 rebotes).

La lucha bajo los aros era la principal atracción, a priori, del encuentro. Ambos conjuntos presentaban dos de los mejores registros reboteadores de la Liga Femenina, por lo que el que dominara esta faceta tendría mucho ganado. Las de Sóller afrontaban el choque con un banquillo corto formado por cuatro jugadoras, frente a un Rivas que aspira a ocupar la segunda plaza de la clasificación. Las sollericas comenzaron muy concentradas en defensa, con Vega muy rápida en la anticipación y con Segui intentándolo desde la pintura. La suma de errores en el lanzamiento hizo esperar tres minutos y medio para que Joens inaugurara el marcador con un triple lejano. La argentina Vega era la guía de las mallorquinas y, con sus puntos y asistencias, evitaba que el Rivas se despegase en el tanteo. Pero un par de triples consecutivos dieron una máxima renta a las madrileñas de siete puntos (11-4, min. 7). La reacción insular no se hizo esperar y Murphy y Vega lograron reducir la diferencia a sólo tres puntos al final del primer cuarto (15-12). Las rotaciones locales le pusieron una velocidad más al encuentro. La pareja húngara formada Csaszar y Ujhleyi creaban serios problemas a la zona visitante, incapaz de frenarlas. Con Ocete como base y Ferrari anotando, el Sóller se puso por delante (17-19, min. 14).

Méndez repartía los minutos buscando la mayor frescura posible en pista pero, aunque el Rivas tenía mucha calidad en la recámara, eso no se notó al final de un primer tiempo al que se llegó con un ajustado 28-24 en el marcador.

La reanudación deparó un rápido intercambio de canastas que favoreció a las locales (36-28), amparadas en las canastas casi sin oposición de la americana Langhorne. Méndez se desesperaba en el banquillo ya que las madrileñas estaban rompiendo el partido y su equipo era incapaz de mantener el ritmo anotador (42-28, min. 26). El choque se les escapaba de las manos a las de Sóller, que apenas podían replicar con un par de canastas de Knezevic.

Rebote

En los diez minutos finales, el Joventut Mariana apretó en defensa y planteó ataques y transiciones veloces. Sin embargo, el poder reboteador del Rivas fue impresionante, con Ujhleyi y Langhorne sumando más de diez cada una. Eso fue suficiente para finiquitar las ilusiones de las isleñas. Al final, el 62-47 reflejó con exactitud la superioridad del Rivas.