Son mujeres, mallorquinas e ilustradoras y comparten inquietudes sobre su trabajo. "La ilustración está viviendo una revolución. De hecho, creo que el libro-álbum es un género nuevo", sostiene Nívola Uyá. La dibujante explica que esta nueva modalidad de publicación "es una historia que no se entiende sólo leyendo el texto o contemplando las ilustraciones. La compenetración entre ambos lenguajes es tan bestia que se convierte en una nueva narrativa híbrida", explica. En este sentido, cree que no todos los libros ilustrados son libro-álbum. "En algunos de ellos, la ilustración es un mero acompañamiento", aclara. "En el libro-álbum, el ilustrador ha de trabajar a la vez con el escritor, la historia crece y avanza con los dos yendo de la mano", agrega.

Margalida Vinyes se declara fan del híbrido entre cómic y libro ilustrado, que encajaría perfectamente en lo que hace Moderna de Pueblo y otras ilustradoras que en la actualidad ahondan en el feminismo. "Cuando hice la historia de Catalina, la cuinera de l'Òpera me encontraba entre estos dos géneros, una suerte de lenguaje nuevo. Pienso también que una utiliza las herramientas que necesita en ese momento para contar una historia. ¿Por qué hay que ponerse límites?", se pregunta.

Hasta ahora, la ilustración se veía como un género menor. Ésta se veía como un trabajo más de encargo o alimenticio mientras que el cómic se relacionaba con algo más autoral y artístico. "Pero esta distinción ha cambiado, ya no es así. Y la ilustración ha evolucionado", consideran. "Lo que hicieron Tomeu Seguí, Max, Pere Joan o Linhart ya no tiene nada que ver con lo que nosotras hacemos ahora con la ilustración. Pienso que todos los géneros relacionados con el dibujo empiezan a tener una vertiente de autor por igual", sostiene Flavia Gargiulo.

Lo que es un hecho es que hay menos comiqueras comiquerasmujeres que hombres. Para Vinyes, el motivo que hay detrás es bastante claro: el patriarcado. "Hacer un cómic es una labor faraónica. Cada viñeta es una ilustración en sí. Hacer un cómic precisa de mucho tiempo, y en general las mujeres tenemos más cargas. Seguimos siendo las cuidadoras en el hogar. En mi caso y con mi vida, veo improbable hacer un cómic", confiesa. "También pienso que un hombre no se plantearía no poder hacer un cómic por el tema de los hijos. Si decidiera no ponerse con ello, alegaría otros motivos seguramente", continúa. Reivindicaciones feministas de este tipo han encontrado su horma perfecta en la ilustración (Let's Pacheco, Feminista Ilustrada, etc.) De hecho, las ilustradoras de Mallorca preparan un proyecto en esta línea que mezclará el humor, el terror y el surrealismo.

Todas ellas convienen en que a pesar de haber un boom (Paula Bonet ha tenido mucho que ver en ello), "es una profesión que está mal pagada". Sobre todo si eres ilustradora. "Se publicó un estudio que recogía que las mujeres ilustradoras cobramos un 42% menos que los hombres", desvela Uyá. Los motivos podrían ser varios, apuntan: que las mujeres facturan menos porque dedican menos tiempo al trabajo a causa de tener otras cargas, porque les llegan menos trabajos o las propuestas que reciben están peor pagadas. En cualquier caso, Uyá calcula que con un libro en el que puedes estar trabajando durante dos o tres meses, "puedes conseguir unos 1.500 euros [ellas siempre piden un adelanto]", después "has de negociar los royalties con la editorial", comenta. "Son cantidades muy bajas porque nosotras somos autónomas, lo ponemos todo: hemos de pagar la luz, el teléfono, internet, alquilar una oficina, etc.", matiza Gargiulo.

Aina Bonner, que trabaja para muchas editoriales americanas, asegura que en EE UU "se paga bastante mejor". "También pienso que en España los ilustradores más consolidados aún son hombres y cobran más que el resto", sostiene.

Para este Sant Jordi, todas las autoras del Clúster de Còmic de la isla han participado en el álbum Grans personatges de Mallorca II, coordinado por Vinyes. Firman ilustraciones Gargiulo, Uyá, la propia Vinyes, Enriqueta Llorca, Marta Masana, Eva Barceló y Beatriz Colom. Firmarán esta misma tarde en la plaza Mayor a partir de las 17 horas. Amén de ellas, otro batallón de mujeres ilustradoras baleares trabajan fuera de nuestras fronteras: Aina Bestard y Bàrbara Sansó Genovart en Barcelona, Mar Oliver y Anapurna en Madrid o Violeta Lopiz en Berlín.

Algunas de ellas (Bestard, Uyá y Gargiulo) participarán en Tinta Il·lustre, el primer Festival de l'Àlbum Il·lustrat i Llibre Infantil a Mallorca. Compartirán mesa el sábado 12 de mayo con Anna Llenas (autora de El Monstre de Colors) y Olga de Dios. Las actividades son consultables en www.tintailustre.com.