La Comissió insular de Patrimoni Històric del Consell aprobó ayer un proyecto de restauración de los vitrales de la Capella de la Santíssima Trinitat de la Catedral, considerados Bien de Interés Cultural.

Las vidrieras de esta capilla, situada en un lugar privilegiado de la Seu, al fondo de la Capella Reial, en un plano elevado, en la parte más antigua de la Catedral, fueron instaladas en 1889. Sus dibujos se realizaron en el taller de la Casa Amigó de Barcelona y presentan imágenes de sant Pere y sant Pau.

Según el informe redactado por J. M. Bonet, los vitrales "presentan actualmente abundantes alteraciones, propias del envejecimiento natural de sus materiales".

El Consell también aprobó ayer la instalación de unos nuevos focos para el edificio de la Llonja (focus led), "al no ofrecer una claridad adecuada para las visitas"; y un estudio para evaluar el estado de conservación del conjunto pictórico de la sala Montenegro del Parlament.