Ya sólo la puesta en escena de este Nabucco concebida por Emilio Sagi -minimalista, sintética, atemporal- invita a pensar en los momentos actuales por los que pasa Europa. "La falta de libertad del pueblo y el abuso de poder tratados en el libreto recuerdan muchísimo a la situación de los refugiados", sostiene Pablo López, ayudante de dirección de escena y coordinador de esta XXX Temporada de Ópera que echa el cierre con la obra de Verdi. Refuerza esta idea el tenor Enrique Ferrer, en el rol de Ismaele: "Sagi ha sabido sacar esta pieza del mundo bíblico, un mundo que habla de las mismas miserias de esta Europa que cierra fronteras a los refugiados", comenta.

Por cuestiones de agenda, el prestigioso director de escena asturiano no ha podido viajar hasta Palma para supervisar el montaje, una labor que finalmente ha asumido su ayudante en Oviedo, Alejandro Carantoña, y el propio Pablo López, que estuvo en la representación del Teatro Baluarte de Pamplona. "Pese a ello, se ha estado en contacto con Sagi en todo momento", señala el director del Principal Carlos Forteza. Hay que recordar que esta pieza es una coproducción del Campoamor de Oviedo, del Jovellanos de Gijón, de la sala pamplonesa, del St Gallen de Suiza y de la institución palmesana. "Estaba prevista la representación de Nabucco y la presencia de Sagi para 2017, pero para dar peso a la XXX Temporada se decidió incorporar un quinto título, que es éste", desvela Carlos Forteza.

Al igual que el director de la sala, el responsable musical Óliver Díaz (ahora en el Teatro de la Zarzuela), quien trabaja por primera vez en Palma, subrayó la importancia del coro en este título. "Un protagonista más, pues es la voz del pueblo que va apareciendo una y otra vez", apunta. Díaz rastreó los orígenes de Nabucco y la partitura compuesta por Verdi. "Es una obra que está envuelta en un misterio y que inmediatamente superó las previsiones del compositor", considera. "Es la tercera ópera de Verdi, y llegó después de un suceso trágico en su vida: la muerte de su mujer y sus dos hijos. Verdi incluso había decidido dejar la música", agrega. Sin embargo, la leyenda relata que después de que el Teatro alla Scala le hiciera llegar el libreto, éste se quedó abierto en el escritorio del compositor por la página donde estaba el Va, pensiero, y que al leerlo no se pudo resistir.

Para comprender la recepción de la ópera, un éxito después de su estreno, es preciso entender también el contexto político de la Italia del momento. "Estaba dividida. Una parte era del Imperio Austrohúngaro y en el pueblo sobrevolaba el sueño patriótico de la unificación de Italia", señala Díaz. "Precisamente fue en el Va, pensiero, en el que los judíos añoran su tierra, donde el pueblo italiano vio un reflejo inmediato de lo que estaba viviendo", sostiene el director musical.

La relación personal de Verdi con Nabucco aún va más lejos. Giuseppina Strepponi, quien cantó el rol de Abigaille, un personaje con una enorme complejidad psicológica -los anteriores de Verdi eran maniqueos-, se convirtió en la segunda mujer del compositor. "Ella le apoyó en todo a pesar de que el papel verdiano acabara con su carrera", continúa Díaz, quien calificó al elenco de "primeras espadas" y destacó la ductilidad de la Orquestra Simfònica.

En cuanto a los aspectos escénicos, López -acompañado durante estos días por la diseñadora de vestuario Pepa Ojanguren, el diseñador de escenografía Luis Antonio Suárez y el diseñador de la iluminación Eduardo Bravo- destacó que en el Principal "nunca se había llegado tan alto -en metros- con un decorado", una suerte de telón que da mucho juego y cuya magnitud ha sido buscada para provocar la sensación de empequeñecimiento del hombre "y que explica la cuestión del pueblo sometido", indica López.

La soprano Maribel Ortega, que actúa por primera vez en Palma, lleva varios meses cantando a Abigaille. Un papel muy complejo según los expertos. "Intento ayudarme de la psicología del personaje para no emitir únicamente notas", confiesa. "También pienso que Verdi quería demostrar en Nabucco cómo se sentía en ese momento de su vida", añade. "A mi personaje, una malvada, le he buscado también su lado humano. Hay que recordar que ella se da cuenta de su maldad y trata de rectificar quitándose la vida", continúa. "Cada vez que represento a Abigaille trato de profundizar y de sacarle más matices al rol, a pesar de tener un carácter muy primitivo y fuerte", asegura. "Me gusta mucho que se vean los talones de Aquiles de este personaje sobre las tablas", concluye.

Lucio Gallo es un experto Nabucco y también se estrena en la isla. Para el artista italiano, es importante destacar que Verdi compuso la música de esta ópera sin pensar en la situación política de Italia. "Fue el propio pueblo el que leyó entre líneas, lo que fue toda una sorpresa", considera. El barítono explicó que esta producción "no estaba escrita a medida de las voces. En algunas partes se necesitan barítonos líricos y en otros dramáticos, esto luego no vuelve a suceder en otras óperas del compositor italiano", sostiene.

La única ciudad donde no fue bien acogida Nabucco es París. "Los críticos comentaron que había mucho metal en la orquesta, pero es que los trombones y las trompetas eran usados como instrumentos religiosos o bíblicos. Por eso, con la orquesta hemos incidido en la agresividad de los metales y hemos trabajado mucho su asociación a las cuerdas", apunta el director musical Óliver Díaz.

Como previa al estreno de mañana -previsto a las 18 horas-, se ha programado esta tarde -20 horas- una conferencia sobre Nabucco que pronunciará el tenor Marc Sala.

Por último, Carlos Forteza dio algunas pistas sobre la próxima temporada lírica, que será sometida a una reestructuración según el presupuesto del teatro y el escaso peso que tenían otras disciplinas en comparación con la ópera. En primer lugar, el nuevo director ampliará el repertorio lírico, asumiendo riesgos. "Hay que salirse de rigolettos y traviattas", declaró. Y no será hasta 2017 cuando pueda volver a plantearse con otros teatros la coproducción de títulos para la temporada 2017-2018.

XXX temporada de ópera

Nabucco

Lugar: Sala Gran del Teatre Principal. ?Días de espectáculo: domingo 19 y 26, a las 18 horas; miércoles 22, a las 20, y viernes 24, también a las 20.