Francesc Capdevila, conocido como Max en el campo de la ilustración, el diseño y la historieta, saldó ayer una vieja deuda al presentar la etiqueta de tres botellas de vino -blanco, rosado y tinto- dibujadas por su mano. Y no uno cualquiera, sino el primero de 2015 de Macià Batle de maceración carbónica, el proceso de vinificación más antiguo que se conoce.
"Siempre tuve ganas de crear una etiqueta para un vino, pero no aparecía el momento. Sí hice una para un cava, en los 80, y otra para una cerveza con motivo del 25 aniversario del bar Lórien", recuerda Max.
Aunque siempre ha sido bebedor de vino -"me gustó desde la primera vez que lo probé"-, la cerveza ha tenido más protagonismo en sus cómics, sobre todo en los de los 80, los dedicados a las "tribus urbanas", los de Gustavo o Peter Pank.
Para este encargo, y después de descorchar la botella a pintar, Max se marcó un objetivo, que finalmente cumplió: "Encontrar un personaje muy genérico, casi como un pictograma, en el que uno se puede identificar".
El resultado final sitúa al personaje, un varón, brindando con alguien al que no se puede identificar -"el vino hay que beberlo en compañía"-, en tres momentos del día, y por lo tanto, con tres colores: al mediodía, el blanco; la tarde, para el rosado; y la noche, para el tinto.
Aromas florales
El primer vino de este año de Macià Batle también será el primero fuera de la DO de Binissalem. A partir de ahora se englobarán en la Indicación Geográfica Vi de la Terra de Mallorca.
Estas primeras botellas de vino de maceración carbónica, elaborado con las variedades autóctonas mantonegro y premsal blanc, destacan por su frescor, sus colores intensos y vivos y sus excelentes aromas a frutas: fresas, cerezas, melocotón, albaricoque, notas florales y hierbas aromáticas.
"El de la maceración carbónica es un proceso muy complejo y responde a nuestra voluntad por la experimentación. Hemos hecho 4.000 botellas, de tinto, rosado y blanco. Para nosotros es un homenaje, un brindis al origen", señala el gerente Ramon Servalls.
