En Fox News Health, Julie Revelant, periodista de salud y consultora, publica un artículo que recoge la opinión de diferentes expertos sobre los trastornos de ansiedad después del embarazo y las pautas a seguir para paliar sus efectos.

La otra condición posparto

Los expertos estiman que los trastornos de ansiedad perinatal, que incluyen trastorno de ansiedad generalizada (TAG), trastorno de pánico y trastorno obsesivo compulsivo (TOC), son tan comunes como la depresión posparto.

Según un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders, más del 17% de las madres que tuvieron un bebé en los últimos tres meses fueron diagnosticadas con trastornos de ansiedad, mientras que casi el 5 % fueron diagnosticadas con depresión.

Es más, según otro estudio publicado en el Journal of Reproductive Medicine, el 11% de las madres tenían síntomas de TOC dos semanas después de dar a luz. A los seis meses, casi el 50% de esas mujeres seguían teniendo síntomas.

Ansiedad: ¿Qué es lo normal?

Durante el embarazo y después de tener un bebé, es normal que las madres experimenten ansiedad, en parte debida a las fluctuaciones hormonales. Sentirse ansioso es una respuesta natural al convertirse en madre porque ayuda a las mujeres a estar alerta y proteger a sus bebés.

De hecho, el embarazo cambia el tamaño y la estructura de las partes del cerebro que son responsables del procesamiento social, y puede ayudar a las madres a proteger y alimentar a sus bebés, según un estudio publicado en la revista Nature Neusroscience.

"No me sorprendería que las mujeres estuvieran neurológicamente más ansiosas porque tienen que estar adecuadamente más atentas para satisfacer las necesidades de un recién nacido", dijo la Dra. Alice Domar, directora ejecutiva del Centro Domar de Salud Mental / Cuerpo en Boston.

La ansiedad también puede aumentar a medida que las madres se dan cuenta de la enorme responsabilidad que ahora tienen y cómo han cambiado sus vidas. Tener un bebé puede ser estresante, incluso para las madres que esperaban la maternidad y para aquellas que luchaban con la infertilidad.

La preocupación y la ansiedad excesivas llegan a ser problemáticas cuando esos sentimientos interfieren con la capacidad de llevar el día a día. Los médicos usan la frecuencia, duración e intensidad de los problemas del paciente para determinar el nivel de angustia.

Aunque hay una mayor conciencia sobre la depresión posparto, muchas madres que sufren de ansiedad no buscan tratamiento. Es más, en Estados Unidos, todavía hay prejuicios en torno a las condiciones de salud mental y muchas madres no siempre son rápidas en admitir su malestar.

Los expertos recomiendan ciertas pautas para las madres que luchan contra la ansiedad:

  • Reconocer sus sentimientos

En lugar de intentar negar cómo se sienten, empeorando su malestar, admita sus sentimientos y acepte que no hay nada raro en tener ansiedad.

  • Hablar con alguien

Busque un terapeuta en quien confíe o pídale a su obstetra o ginecólogo que le derive. Aunque pueda sentir que nunca va a terminar, la ansiedad posparto responde muy bien al tratamiento.

  • Hacer algo más

Centrarse en su ansiedad hace que esta aumente, así que cuando la está experimentando, tenga una lista de cosas que le distraigan de las rumiaciones. Saque su bebé a pasear, prepare una taza de té o llame a un amigo.

  • Ejercicio

Los estudios sugieren que el ejercicio regular puede ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad. Ya sea su clase favorita en el gimnasio, una carrera en su barrio, o una clase de yoga, trate de sacar tiempo para moverse.

  • Busque amigos

Pasar tiempo con amigos o unirse al grupo madres primerizas, donde las madres son honestas y genuinas, puede ayudarle a darse cuenta de que no está solo.

  • Dormir

Cuando tienes un recién nacido, dormir suena como un lujo que no nos podemos permitir. Pero si usted está lidiando con la ansiedad, puede suponer una gran diferencia en cómo se siente. Pídale a su pareja, a un miembro de la familia o considere la posibilidad de contratar a alguien que cuide del bebé para que pueda dormir un poco.

  • Sea flexible consigo misma.

En lugar de ir con prisas todo el día tratando de asegurarse de hacer todo perfectamente, acepte lo que no puede hacer, y que hacer lo que pueda es suficiente.

En conclusión, la adaptación a la maternidad es un proceso que conlleva cierto grado de esfuerzo y que puede resultar en estrés o ansiedad. El seguir las pautas arribas mencionadas puede hacer que ese proceso sea más fácil y llevadero, evitando que se llegue a desarrollar un cuadro patológico que precise tratamiento.

Para más información www.psiquiatrapalma.com