Benedicto XVI saludó ayer "cordialmente", tras el rezo del Ángelus, a un grupo de fieles peregrinos que viajaron a Roma procedentes de la parroquia menorquina de la Inmaculada Concepción de Maó.

El Papa pidió a los fieles, durante el Ángelus, que abran su corazón a la escucha de "la palabra de Dios" para encontrar a Jesús que "nos revela su amor".

Benedicto XVI también habló del pasaje de la Biblia sobre el encuentro entre Jesús y una mujer samaritana a la que pidió de beber en un pozo. La mujer de Samaria "representa la insatisfacción existencial de quien no ha encontrado lo que busca", sin embargo, "todo cambió para ella aquel día, gracias al encuentro con el Señor Jesús".