Josep Coll Bardolet, el pintor y escultor catalán que hizo de Valldemossa y de Mallorca su casa y su estudio, falleció ayer a la edad de 94 años. Los vecinos de la localidad fueron conociendo a lo largo de la mañana la noticia del último adiós del Hijo Ilustre valldemossí, afincado en el pueblo desde 1940.

Familia y autoridades locales acordaron de manera conjunta que los actos fúnebres se realicen entre hoy y mañana. El velatorio, que se llevará a cabo en el cementerio de la localidad, tendrá lugar entre esta tarde -de las 17.00 a las 19.00 horas- y mañana por la mañana -de las 10.00 a 12.00 horas-. El funeral, al que se espera una multitudinaria asistencia, lo acogerá la parroquia del pueblo y está previsto que de comienzo a partir de las 20.00 horas.

Las reacciones a la muerte del pintor por parte de distintas instituciones del mundo político y cultural balear no se hicieron esperar y se fueron sucediendo a lo largo de la tarde. Todas ellas se mostraron coincidentes a la hora de calificar el adiós del artista como una gran pérdida para los mallorquines.

A través de un comunicado, la Obra Cultural Balear -institución de la que Coll Bardolet fue miembro fundador en 1962 y a la cual ha estado muy ligado durante los últimos 45 años- se "lamentaba profundamente" del fallecimiento de una persona "que ha sido un ejemplo de compromiso con la idea de una Mallorca más culta y consciente de su raíces" que la entidad ha defendido desde su creación. Jaume Mateu, su presidente, describió al artista como "un gran impulsor del activismo cultural de isla" y adelantó que se le preparará un merecido homenaje.

En una nota informativa emitida a través de internet, Bàrbara Galmés, la consellera de Educació y Cultura del Govern, habló de Coll Bardolet como un artista que formaba parte de "una generación que fascinada por la luz y el paisaje de Mallorca decidió quedarse en ella". La consellera, ante todo, quiso destacar la manera en la que el pintor amó a la isla algo que, recordó, "lo hizo de muchas maneras".

A través de la página web oficial del Consell, Francina Armengol, la presidenta de la institución mostró sus condolencias con la familia del artista y destacó "la gran capacidad de integración" y la "colaboración desinteresada" de Coll Bardolet en todo lo referente a la actividad cívica del municipio de Valldemossa.

Por su parte Nanda Ramon, concejala de Cultura de Cort, se mostró "muy sorprendida" por la noticia, y se refirió al artista fallecido como una persona "afable" y con "mucho sentido del humor", muy ligada a la vida cultural mallorquina, "no sólo por su obra artística", sino también "por sus constantes iniciativas en beneficio de los artistas más jóvenes".

Mallorquín de adopción

Nacido el 7 de noviembre de 1912 en Campdenàvol -en el corazón de la comarca del Ripollès- Josep Coll Bardolet se enamoró de Valldemossa la primera vez que la visitó. Era 1940, el pintor tenía 38 años, y decidió entonces quedarse en el pueblo y dejarse adoptar.

Desde aquel día, Coll Bardolet dedicó la mayor parte de su obra a retratar los paisajes, las gentes y las costumbres de la isla que le acogió en adopción. Casi ochenta años después, sus pinturas, realizadas desde una sensibilida privilegiada, se revelan como un retrato único de Mallorca y de su raíces históricas.

Inaugurada en febrero de 2006, la Fundación que lleva su nombre y que tiene su sede en Valldemossa, recoge en sus salas una amplia muestra de su obra así como de su colección personal.

La herencia del entorno católico y catalanista del que procedía el pintor, se tradujo en la isla en el compromiso del artista con la puesta en marcha de un personal proceso de recuperación lingüística y cultural. En 1962, su nombre pasó a formar parte de los treinta y dos miembros fundadores de la Obra Cultural Balear, una institución con la que ha colaborado de manera muy activa desde aquel entonces.

Artista por encima de todo, Josep Coll Bardolet, fue también un enamorado y defensor de la música. Movido por su voluntad de difundir la música coral en la isla -la cual consideraba algo menospreciada por aquella época- decidió organizar, en 1964, el concierto anual del Torrent de Pareis. Bardolet permaneció durante 20 años al frente de la organización de uno de los acontecimientos musicales más singulares y característicos del verano mallorquín.