La investigación sobre el derrumbe en el Medusa Beach Club, en la Playa de Palma, trata de aclarar si se llevaron a cabo obras ilegales en la terraza que se desplomó.

Las primeras pesquisas apuntan a que la estructura del edificio no estaba preparada para soportar el peso de la primera planta, que había sido acondicionada como parte del restaurante y donde había una veintena de personas cuando se produjo el siniestro.