El 28 de junio de 2003 el Mallorca goleó por 3-0 al Recreativo de Huelva en la final de la Copa del Rey. Ese día, la ciudad alicantina festejó el triunfo con los 15.000 bermellones que por la noche celebraron la consecución del segundo título oficial de la entidad.

Veintiún años después, el Mercat de l’Olivar se ha convertido en un ‘infern’ mallorquinista. Entre xeremies y dimonis, decenas de aficionados se han acercado para fotografiarse con la Copa del Rey levantada por el club en 2003 y que durante gran parte de la mañana ha sido expuesta en el interior del mercado.