Por delante quedan otros quince días de confinamiento total en casa. Algo fundamental que, salvo excepciones, se está cumpliendo a rajatabla. Basta con ver las calles de Madrid sin gente por ellas. Una imagen tan sólo vista en algunas producciones cinematográficas, pero impensable en la vida real. Más aún en el centro de la ciudad, un lugar con muchísima afluencia de gente.