Los caravanistas de Palma calientan motores de cara a la protesta que celebrarán el sábado por la mañana en la plaza de Cort. Se concentrarán contra la nueva ordenanza cívica que prohíbe vivir de manera indefinida en una caravana y prevé multas de hasta 1.500 euros en caso de que no cambien de ubicación cada diez días. 

Además, denuncian que el Ayuntamiento de Palma se niega a empadronarles. Pero por encima de todo, quieren que se les una todo aquel que quiera protestar contra la emergencia habitacional.