Inauguran las obras de esta infraestructura que tiene un presupuesto de 142 millones de euros, la mayor parte procedentes de fondos europeos.

La nueva depuradora de Palma se complementará con la construcción de un emisario de cuatro kilómetros de longitud que salvará la posidonia y expulsará las aguas sucias más lejos de la costa. De este modo, se pondrá fin a los vertidos que obligan a cerrar las playas cuando se producen lluvias abundantes.