Pese a que el Ayuntamiento de Palma eliminó hace ya siete meses la autorización para que las terrazas de bares y restaurantes ocuparan zonas de aparcamiento, ganando así una superficie extra ante la imposibilidad de utilizar sus espacios interiores a causa de las restricciones de la pandemia, el Paseo Marítimo seguirá igual, como si todas las restricciones no hubieran sido eliminadas en toda la ciudad y los locales no estuvieran ya utilizando sus espacios interiores con plena normalidad.