El oncólogo Miguel Bronchud explica que este tipo de cáncer es el que tiene mayor incidencia en España entre las mujeres y señala que ha habido progresos importantes en su curación en los últimos cuarenta años. El doctor se detiene también en los tipos de cáncer de mama que existen y en los tratamientos aconsejables para cada uno de ellos. 

Los avances en investigación sobre el cáncer de mama han permitido que la tasa de supervivencia se sitúe en el 90%. Pero la prevención sigue siendo fundamental. Así que saber cómo autoexplorarse puede ser muy útil para detectar problemas y actuar con rapidez.

En función de en qué tipo de células se origine el tumor, hay diferentes tipos de cáncer de mama:

  • Carcinoma lobulillar: Se origina en los lobulillos de la mama, las glándulas encargadas de producir leche.
  • Carcinoma ductal: Es el tipo de cáncer más diagnosticado y se produce en los conductos mamarios.
  • Cáncer de mama inflamatorio: Es poco frecuente y los síntomas pueden ser hinchazón de la mama, piel de color rojizo o morado, y formación de hoyuelos.
  • Enfermedad de Paget de seno: Afecta a la piel del pezón y la areola.

¿Y qué signos pueden alertar?

Los síntomas más frecuentes en el diagnóstico del cáncer de mama según señala GEICAM son:

  • Un bulto o nódulo de reciente aparición, que se palpa y que puede ser o no doloroso.
  • Cambios en la piel de la mama como la aparición de ulceraciones, de hoyuelos, cambios de color, rugosidades o enrojecimiento (piel de naranja).
  • Cambios en la forma o el tamaño de alguna de las mamas o que el borde o silueta de la mama sea irregular.
  • Cambios en el pezón como su inversión o retracción, es decir, el pezón se dirige hacia dentro de la mama, apareciendo como hundido. También la aparición de una úlcera que tarda en cicatrizar o de secreción a través del pezón que contiene sangre o solamente se produce en una de las mamas.
  • Un bulto o nódulo que se palpa en la zona de la axila
  • Fijación del tejido de la mama en el tórax que puede apreciarse por una disminución en la movilidad de la mama al levantar el brazo del mismo lado.

Una vez que sabemos qué buscar, la siguiente cuestión sería cuándo realizar la autoexploración, ya que los cambios hormonales provocan modificaciones en el tejido mamario que pueden llevarnos a error. Así que escoger el momento ideal para observar el pecho es importante.

  • La autoexploración se debe realizar mensualmente a partir de los 20 años.
  • Antes de la llegada de la menopausia, lo mejor es hacerlo en la semana posterior a la menstruación.
  • Una vez que la mujer ha entrado en la menopausia lo mejor es establecer un día fijo cada mes.
  • También es conveniente autoexplorarse durante el embarazo y durante la lactancia materna. En este último caso, el mejor momento será después de las tomas.