Feijóo ha ganado un meritorio segundo puesto en la investidura gracias a un discurso que ha cambiado a España, porque sitúa a Badajoz en Andalucía, baña a Huelva en el Mediterráneo o identifica la isla de La Palma con la ciudad de Palma, un país donde Josep Piqué sigue vivo y donde todos seremos más ricos porque, en la tabla de multiplicar de Feijóo, dos por diez son veintidós.