Una simple misa ha servido para deshacer uno de los malentendidos más arraigados en la vida política española. Cuando Pablo Casado elogia contracorriente al "anterior Jefe del Estado", no se refiere a Juan Carlos I. Sorprendió que el líder del PP alabara "su lealtad a España", cuando precisamente el Emérito acababa de fugarse a Abu Dabi. Gracias a la ceremonia religiosa, ahora se sabe que se refería a la lealtad a España de otro anterior Jefe del Estado.
