Los parques eólicos son una eficaz fuente de energía renovable y limpia, pero suponen un problema para las aves. La Sociedad Española de Ornitología (SEO) pide al Gobierno de Aragón que implante medidas para evitar colisiones contra las torres. Los científicos creen que el método que se usa para medir el impacto ambiental de estos parques es erróneo.

La organización ecologista Seo-Bird Life de Aragón ha puesto en el centro del debate la polémica suscitada desde hace unos años en este territorio -una de la comunidades autónomas con más parques eólicos- por el impacto que producen estas infraestructura y los paneles solares sobre la avifauna, sobre todo las aves esteparias. En concreto, el rocín, el águila perdicera, el milano real o el alimoche son las más perjudicadas. Se trata, sin embargo, de un problema que afecta a toda la Península, como van denunciando numerosas entidades y expertos.

Un estudio del CSIC revela que las licencias para parques eólicos se han basado hasta ahora en informes ambientales que calculaban su impacto utilizando criterios erróneos. Al comparar los datos estimados y las muertes reales de aves en cada uno de los 20 parques de energía eólica estudiados los últimos tres años, apenas se ha encontrado correlación entre ambas cifras.

La organización conservacionista viene constatado, a lo largo de los últimos meses, que un número alarmante de proyectos está ya en fase de información pública y, por tanto, en tramitación ante la administración pública, sin contar con una condición clave para su autorización final: que el promotor presente un estudio de impacto ambiental adecuado. A juicio de los técnicos de SEO/BirdLife, un alarmante número de estos proyectos plantean estudios insuficientes y, a menudo, fragmentados, lo cual pone en riesgo la conservación del patrimonio natural de la comunidad autónoma.

SEO/BirdLife, a través de un comunicado, ha apremiado al Gobierno de Aragón a disponer, no más tarde del primer trimestre de este año, de una adecuada planificación para el despliegue de las renovables en la región; a garantizar una correcta evaluación de su impacto en la biodiversidad y a disponer de los planes de conservación aprobados de todas las aves esteparias, milano real y alimoche, como herramientas ambientales imprescindibles.

Mientras no se disponga de un procedimiento para establecer una adecuada planificación territorial y garantizar una correcta evaluación de su impacto en la biodiversidad, y aprobar los planes de conservación pendientes, SEO/BirdLife considera imprescindible “evitar la entrada masiva de proyectos con estudios de impacto ambiental deficientes en zonas de gran valor de conservación”.

Además de no evaluar el impacto sobre estas aves, los proyectos tramitados suelen presentan carencias e irregularidades, tales como la fragmentación del proyecto en varias plantas y parques “cuando deberían considerarse como una unidad, cuestión que permite reducir los controles ambientales”. De igual modo, se ignoran los efectos acumulativos y sinérgicos con otros proyectos programados en la zona y, salvo excepciones, no se acompañan de un estudio real de alternativas ni medidas correctoras efectivas, ni otro tipo de medidas ambientales, añade la nota.

Amenaza para las aves esteparias

Amenaza para las aves esteparias «Si no rectificamos a tiempo, la proliferación masiva y carente de planificación territorial puede, entre otros impactos ambientales, poner en jaque definitivamente a las poblaciones de aves esteparias de Aragón, ya de por sí en mal estado dado que llevan sufriendo la transformación de secanos de alto valor ecológico a regadío sin ningún valor ambiental. Se trata de un grupo de especies singulares, de enorme valor de conservación y muchas de ellas amenazadas, que dependen de las agroestepas y cultivos de secano, precisamente donde se están proyectando la mayoría de las grandes parques», explica Luis Tirado, delegado de SEO/BirdLife en Aragón.

Los parques eólicos apenas generan contaminación y generan energía limpia, pero uno de sus principales impactos negativos es la mortalidad de las aves al colisionar con los rotores de las turbinas. Hasta el momento, antes de que las administraciones públicas concedan permiso para construir uno, es necesario medir mediante un estudio el impacto que los aerogeneradores podrían tener sobre las aves.

Estos informes son elaborados midiendo los parámetros del parque eólico en su conjunto (por lo general superan las 20 turbinas). Sin embargo, los datos que ofrece el estudio evidencian que la distribución de las muertes de aves varía mucho entre turbinas contiguas, ya que las corrientes de viento y la orografía del terreno influyen en el comportamiento de las aves.

“Metodología inadecuada”

“Metodología inadecuada” El investigador del CSIC Miguel Ferrer, de la Estación Biológica de Doñana, explica que «la metodología para estimar el impacto de los parques eólicos empleada en España, que es similar a la de Europa y Estados Unidos, es inadecuada». La investigación sugiere que se pueden haber estado concediendo permisos de construcción de parques eólicos basándose en criterios erróneos.

Según Ferrer, los últimos años se han autorizado parques eólicos que según los estudios previos eran seguros cuando, en realidad, su mortalidad ha resultado ser muy elevada una vez operativos. Del mismo modo, es muy posible que siguiendo esos criterios erróneos se haya denegado la autorización a parques eólicos que hubiesen sido seguros para las aves.»

La propuesta de los investigadores del CSIC, en consecuencia, consiste en que los criterios a utilizar se basen en el análisis de los parámetros de cada aerogenerador de forma individual y no en el conjunto de los que componen un parque. De la misma forma, proponen también la utilización de tecnologías como las simulaciones en túneles de viento para mejorar las estimaciones y poder compatibilizar mejor la producción de energías limpias y la conservación de la biodiversidad.

Pintar palas como solución

Pintar palas como solución En este sentido, un equipo del Instituto Noruego parta la Conservación de la Naturaleza experimenta con una forma relativamente simple y potencialmente muy efectiva de reducir drásticamente el número de muertes de aves en los parques eólicos, pintando una de las tres palas de una turbina eólica de negro.

En un estudio realizado durante 10 años en un parque eólico de 68MW en el archipiélago noruego de Smøla, el equipo de investigación encontró una reducción promedio de casi el 72% en la tasa anual de mortalidad de aves en turbinas pintadas, en comparación con turbinas de control no pintadas.

El método de pintura de contraste redujo significativamente la tasa de mortalidad de una variedad de aves en el parque eólico Smøla, pero pareció ser particularmente efectivo para las aves rapaces.

«Antes del experimento, se encontraron seis águilas de cola blanca muertas en las turbinas que se iban a pintar, pero después de pintar ninguna», dijo el equipo de investigación en un informe publicado en la revista Ecology and Evolution .

«Nuestra predicción fue que la pintura aumentaría la visibilidad de las hojas, ya que esto reduce el efecto de mancha visual una vez que las hojas estén girando, y se reduciría el riesgo de colisión», dijo el equipo.

Y en este estudio, al menos, la teoría parece tener cierto peso. «En general, hubo una reducción promedio del 71,9% en la tasa de mortalidad anual en las turbinas pintadas en relación con las turbinas de control», dice el informe.

«La agudeza visual de las aves, relacionada tanto con la resolución espacial como temporal, puede permitir que las aves se anticipen más rápidamente a las turbinas con un frotis de movimiento reducido. La visión ultrarrápida de las aves posiblemente les permita reconocer rápidamente las turbinas con una pala de rotor pintada».