Los pasajeros del aeropuerto de Palma se verán abocados a largas esperas durante este fin de semana. El pronóstico proviene de los controladores aéreos, quienes achacan las demoras al ministerio de Fomento, que "asume los retrasos para no pagar las horas extras" de este colectivo de trabajadores, "al que ha elevado el volumen de trabajo", explica el portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca) en Balears, Javier Zanón.

El jueves ya se produjeron dilaciones y ayer volvió a ocurrir lo mismo: 23 minutos de media de retraso y 41 vuelos afectados de un total de 743 hasta las cinco de la tarde, según Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). La empresa pública atribuye este incidente a "regulaciones en el sector aéreo alemán" que repercuten negativamente en el resto de Europa.

Los controladores, en cambio, sitúan los desajustes en casa. Las previsiones erróneas; el aumento del tráfico; y la reducción de empleados en la torre y el centro de control desencadenan retrasos –los aviones pasan más tiempo en el aire a la espera de ser guiados a tierra– y colocan al personal al borde del colapso. "El cóctel es delicado porque nos encontramos al principio de la temporada alta. Han situado la rentabilidad por encima de la seguridad aérea. Sólo pedimos que nos dejen trabajar", resume Zanón.

Por su parte, AENA sostiene que están incrementando su absentismo laboral como medida de presión contra las nuevas condiciones laborales que se están negociando. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha expresado su apoyo a las medidas adoptadas por la empresa pública para disminuir las tarifas de navegación aérea y mejorar la productividad de los controladores.

Desde hace seis meses, detallan los trabajadores afectados, ha variado sustancialmente su situación laboral: el Gobierno les ha quitado fines de semana libres; les ha aumentado los aviones bajo observación; les ha reducido los respiros en jornada laboral al 25% durante el día y al 33% por la noche; etc... El aeropuerto de Palma, con 100 empleados operativos, asiste al incremento de las bajas laborales. Cuatro en el centro de control y cinco en la torre, la mayoría, por estrés, dicen los interesados. Además, se han solicitado siete reducciones de jornada en julio y 14 en agosto.

Sobresalto al acabar

Los profesionales se quejan de que Aena ha extendido los ´turnos exprés´: cuando el trabajador acaba su semana recibe una notificación por sorpresa para que se reincorpore al puesto. Son de obligado cumplimiento. Javier Zanón relata un caso "sangrante" que ocurrirá este fin de semana. Dos controladores se cambiaron el turno con autorización de sus superiores, pero sus planes se han ido por la borda cuando les han endosado un ´exprés´ en el último momento.

"Uno de ellos, divorciado, se verá obligado a trabajar el sábado pese a que el juez le había concedido del 17 al 23 de julio para estar con su hijo, motivo por el que solicitó la permuta", relata el portavoz de Usca. Otro ´exprés´ le ha tocado al delegado local de la Asociación Profesional de Controladores Aéreos.