Ciencias Planetarias / Astrobiología

El planeta enano Ceres podría estar repleto de vida extraterrestre

Los cráteres de impacto hallados en Ceres podrían estar directamente relacionados con la proliferación de compuestos orgánicos complejos  

Representación de Ceres a partir de imágenes obtenidas por la misión Dawn de la NASA.

Representación de Ceres a partir de imágenes obtenidas por la misión Dawn de la NASA. / Créditos: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.

Pablo Javier Piacente

Según una nueva investigación, los impactos de asteroides en el planeta enano Ceres influyeron en la presencia de moléculas alifáticas orgánicas, incrementando considerablemente las posibilidades de que se haya desarrollado alguna forma de vida extraterrestre a lo largo de su historia. Los científicos sostienen que los compuestos orgánicos pueden estar más extendidos en Ceres de lo que se informó inicialmente, por lo tanto el pequeño mundo podría ser un verdadero oasis de vida extraterrestre.

Un equipo internacional de científicos presentó este 17 de octubre en la reunión GSA Connects 2023 de la Sociedad Geológica de Estados Unidos una interesante investigación sobre el potencial astrobiológico del planeta enano Ceres: concluyen que los compuestos orgánicos descubiertos en 2017 en este cuerpo planetario son más numerosos de lo que se pensó en un primer momento, aumentando las posibilidades de hallar vida extraterrestre en este diminuto mundo, ubicado a algo más de 269 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.

Cráteres de impacto y compuestos orgánicos

La forma en que se originaron los compuestos orgánicos alifáticos en Ceres ha sido objeto de múltiples estudios: algunos de ellos han concluido que un cometa u otro impactador rico en moléculas orgánicos los llevó a Ceres, mientras que otros indican que las moléculas se formaron en el planeta enano una vez que sus materiales primordiales fueran alterados por agua salada. Más allá de esto, es indudable que la materia orgánica de Ceres se ha visto afectada por los impactos generalizados que han marcado su superficie.

"Los compuestos orgánicos se detectaron inicialmente en las proximidades de un gran cráter de impacto, lo que nos motivó a observar cómo los impactos afectan a estos compuestos orgánicos. Estamos descubriendo que las moléculas orgánicas pueden estar más extendidos de lo que se informó inicialmente y que parecen ser resistentes a los impactos", indicó en una nota de prensa el científico Terik Daly, especialista del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, y líder de la investigación.

Para revelar los secretos de estos impactos y determinar el origen exógeno o endógeno de los compuestos orgánicos detectados en Ceres por la misión Dawn de la NASA, los científicos realizaron experimentos y simulaciones de impactos a hipervelocidad en instalaciones de la NASA: imitaron las condiciones de impacto típicas de Ceres, con velocidades que oscilaban entre 2 y 6 kilómetros por segundo.

Un cráter de impacto creado por un experimento a hipervelocidad, diseñado para investigar los efectos de los impactos de asteroides sobre la materia orgánica de Ceres.

Un cráter de impacto creado por un experimento a hipervelocidad, diseñado para investigar los efectos de los impactos de asteroides sobre la materia orgánica de Ceres. / Créditos: Laboratorio de Física Aplicada de la NASA/Universidad Johns Hopkins.

Aumentan las posibilidades de hallar vida en Ceres

Los resultados muestran que “existe una muy buena correlación de la materia orgánica con unidades de impactos más antiguas y con otros minerales como los carbonatos, que también indican la presencia de agua. Si bien el origen de los compuestos orgánicos sigue siendo poco conocido, ahora tenemos buena evidencia de que se formaron en Ceres y probablemente en presencia de agua. Existe la posibilidad de que se encuentre una gran reserva interior de materia orgánica dentro de Ceres, lo que aumenta notablemente su potencial astrobiológico", concluyó en el comunicado el investigador Juan Rizos, científico del Instituto de Astrofísica de Andalucía, en España, quien también participó de la nueva investigación.

Hasta el momento, se sabe que Ceres, el objeto más grande en el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, alberga moléculas alifáticas, que consisten en cadenas de carbono e hidrógeno, junto con la evidencia de abundante hielo de agua y la posibilidad de que pueda haber sido un mundo oceánico en algún momento de su historia. En consecuencia, este planeta enano podría haber albergado alguna vez los principales ingredientes asociados con la vida tal como la conocemos.