Biología / Ciencias de la Tierra

La mayor parte de la vida en la Tierra se encuentra en el suelo y el subsuelo

Estos organismos desempeñan funciones únicas, de las que dependen en gran medida la alimentación y la salud humana y planetaria

Las especies que viven en el suelo y el subsuelo concentran la mayor biodiversidad en el planeta.

Las especies que viven en el suelo y el subsuelo concentran la mayor biodiversidad en el planeta. / Crédito: Rob Hille / Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente

Es probable que el subsuelo y su capa externa sean el hogar del 59% de la vida, incluyendo desde microbios hasta mamíferos, convirtiéndose en el hábitat singular con mayor biodiversidad en nuestro planeta. Además, los organismos que viven en el suelo y el subsuelo tienen un impacto mayor en el equilibrio de nuestro planeta, sugieren los científicos.

Una investigación publicada recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) concluye que el subsuelo de la Tierra y su capa superficial concentran la mayor biodiversidad en el planeta, superando a otras áreas que habitualmente suelen considerarse como el hábitat de un mayor número y diversidad de especies, como por ejemplos los océanos o las selvas. De acuerdo a este estudio, el suelo y el subsuelo llegan a concentrar el 59% de la biodiversidad de la Tierra.

Ambientes subestimados

A pesar de la importancia de la vida en el subsuelo y en su capa externa, que funciona como la “piel” de nuestro planeta, carecemos de una estimación cuantitativa de la biodiversidad en estos ambientes, algo que dificulta mostrar la importancia de proteger, preservar y restaurar la vida en los mismos. Ahora, un equipo de investigadores liderado por Mark Anthony, científico de Agroscope, un organismo de investigación agrícola suizo, ha logrado un avance clave al respecto.

Según un artículo publicado en Science Alert, Anthony y sus colegas lograron determinar que casi un 60% de las especies que viven en la Tierra tienen hábitats en el subsuelo o en el suelo. Esto incluye todo tipo de organismos, desde microbios hasta mamíferos. La enumeración de las especies que enriquecen estos entornos permitirá que sean considerados con la importancia que se merecen, al afrontar los cambios que se requieren para superar la crisis de biodiversidad que afecta a nuestro planeta.

De acuerdo al escenario que se establece en la investigación, los parientes pequeños de las lombrices de tierra, la variedad Enchytraeidae, concentra el mayor porcentaje de especies dependientes del suelo y el subsuelo, exactamente un 98,6%. La mayoría de estos organismos vive en los primeros 5 centímetros del suelo, cazando bacterias, hongos y materia orgánica.

Precisamente los hongos le siguen en importancia en estos hábitats, concentrando el 90% de sus variedades en el suelo y el subsuelo. Las plantas, con un 85,5%, y los isópteros, un infraorden de insectos que incluye por ejemplo a las termitas y las polillas, con un 84,2%, cierran el grupo de especies con una mayor presencia en estos entornos. A esto se suman algunos mamíferos pequeños, principalmente roedores, y una extensa variedad de microorganismos.

Un papel clave en el equilibrio planetario

Los especialistas concluyeron que su estimación de la biodiversidad del suelo y el subsuelo es aproximadamente dos veces mayor que las estimaciones realizadas anteriormente, un dato que marca cómo se han subestimado estos hábitats hasta hoy, principalmente en cuanto a su impacto en el equilibrio ecológico de la Tierra.

"La biodiversidad del suelo y el subsuelo es importante porque la vida en estos ambientes afecta la retroalimentación del cambio climático, la seguridad alimentaria mundial e incluso la salud humana", destacó Anthony a The Guardian, según indica Science Alert en el artículo citado previamente.

Por otro lado, los investigadores sostienen que la forma en que la actividad humana ha alterado el suelo y el subsuelo, prácticamente en todo el planeta, ha modificado al mismo tiempo la composición biológica de estos ambientes y su funcionamiento interno. De esta forma, se han puesto en marcha diversos procesos que cambiaron la composición microbiana del suelo, disminuyendo notoriamente su capacidad de almacenamiento de carbono.

Referencia

Enumerating soil biodiversity. Mark A. Anthony, S. Franz Bender and Marcel G. A. van der Heijden. PNAS (2023). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2304663120