El oso cavernario (9)

Las primatólogas son un referente para la participación de la mujer en la ciencia

Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas rompieron moldes e inspiraron a muchas mujeres, también en España

De izquierda a derecha: Dian Fossey, Jane Goodall, Biruté Galdikas.

De izquierda a derecha: Dian Fossey, Jane Goodall, Biruté Galdikas. / Cortesía de The Jane Goodall Institute.

Alicia Domínguez y Eduardo Costas.

Las primatólogas marcan la pauta de la participación de la mujer en la investigación científica, particularmente las así llamadas Ángeles de Leaky: Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas. Ellas rompieron moldes e inspiraron a otras mujeres. En España siguen sus pasos Rebeca Atencia, Karmele Llano, Magdalena Bermejo y Laia Dotras, entre otras.

Alicia Domínguez y Eduardo Costas (*)

Como venimos sosteniendo en esta serie de artículos, las mujeres no lo han tenido fácil para abrirse camino en el mundo de la ciencia.

En un estudio realizado por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT) sobre la presencia de mujeres en la producción científica española en revistas internacionales entre 2014 y 2018, se comprobó que, si bien en el 48% de la producción científica española hay una mujer firmante de la publicación, solo el 20% de éstas tienen como investigadora principal a una mujer.

No es descabellado pensar que una de las limitaciones para que más niñas y jóvenes opten por una carrera científica es la falta de referentes femeninos.

Sin embargo, está muy extendida la idea de que, en el campo de la primatología, éstas lo tienen más sencillo y que hay más mujeres que hombres dedicadas a esta disciplina.

Techo de cristal

En 1990 había un 38,8% de primatólogas; casi veinte años después el porcentaje se situó en el 57%, si bien ؙ«la primatología está lejos de ser una disciplina de igualdad de oportunidades y sufre el fenómeno del techo de cristal como todas las demás disciplinas científicas examinadas hasta ahora», según Elsa Addessi, bióloga del Instituto de Ciencia y Tecnología del Conocimiento.

No podemos negar que en el imaginario colectivo tenemos más presentes a las primatólogas que a otras científicas en sus respectivas disciplinas, pero ello es debido a la celebridad que alcanzaron las llamadas ‘chicas Leaky’.

Como dice Carolina Martínez Pulido, doctora en biología y profesora del Departamento de Biología Vegetal de la ULL: “por una vez, las mujeres han alcanzado una notoriedad similar a la del hombre, es decir, se las percibe en este campo, a diferencia de otros, mucho más”.

En este video, la Doctora Jane Goodall cuenta una historia real vivida por ella misma: ´Wounda, una historia de esperanza´.

Ángeles de Leaky

Y esa notoriedad se la deben a tres mujeres que fueron pioneras en este campo: Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas, las llamadas ángeles de Leaky.

Gracias a sus investigaciones, las primatólogas se han convertido en un colectivo de notable influencia en esta disciplina que Allison Jolly advierte que no debe ser vista como una ‘vocación femenina’, a riesgo de que la misma sea subestimada en el mundo científico, ya que «las mujeres no tienen unas características biológicas intrínsecas de personalidad que las haga más adecuadas para entender a los primates, sino que éstas se deben a la educación recibida» (¿Recuerdan lo que comentábamos en el artículo La ciencia, todavía, no es cosa de mujeres  sobre el ambiente exclusivo y la brecha de género? Pues eso…)

No sería riguroso ni justo reconocer el trabajo de estas tres mujeres sin recordar el papel que tuvo el antropólogo y paleontólogo británico Louis Lakey, al que le debemos, entre otras cosas, que la comunidad científica reconociera que la cuna de la humanidad estaba en el continente negro.

África como origen

Los primates antropomorfos, como los chimpancés y los gorilas, son los animales que más se parecen a los seres humanos. Esto es así porque en África vivió el último antepasado común de los grandes primates y los seres humanos.

Una rama de los descendientes de este antepasado común siguió viviendo en los bosques tropicales y dio lugar a chimpancés, bonobos y gorilas. La otra empezó a colonizar praderas abiertas y originó nuestras especies ancestrales (Australopitecos, Homo habilis, Homo erectus…).

La idea de Leakey fue realizar un doble estudio: el primero y más importante pretendía encontrar fósiles de las especies de nuestros ancestros (y tuvo bastante éxito). El otro pretendía estudiar a los primates antropomorfos (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) para comprobar qué teníamos en común.

Aclarando la historia

Cuando Leakey inició su línea de investigación se pensaba que el último ancestro común de humanos y primates había vivido hacía al menos 15 millones de años. También, que el parecido entre primates y humanos era pequeño.

Sin embargo, resultó que las similitudes que tenemos con los primates son enormes: más del 99% de los genes de un chimpancé son idénticos a los de un ser humano de nuestra especie. Nuestro último antepasado común vivió hace solamente 7 millones de años. Ayer…

Para llevar a cabo estas investigaciones necesitaba a científicos que los estudiasen. Desde 1946 buscó observadores, pero no sería hasta los años 60 que Goodall se cruzara en su camino permitiendo con ello materializar su proyecto gracias a las donaciones de la National Geographic Society y la Fundación Wilkie.

Así, a ella la envió a estudiar a los chimpancés a Tanzania; a Galdikas, a Borneo a observar a los orangutanes y a Fossey, a Ruanda a estudiar a los gorilas.

Los arqueólogos británicos Mary y Louis Leakey.

Los arqueólogos británicos Mary y Louis Leakey. / Smithsonian Institution.

Aventura con riesgos

Una aventura que conllevó importantes riesgos para las primatólogas —de hecho, Dian Fossey murió asesinada en Ruanda en 1963, supuestamente por los cazadores furtivos contra los que luchaba—, amén de años de sus vidas que produjeron el consiguiente parón en sus carreras académicas, mientras sus pares masculinos ascendían en sus respectivas universidades.

Pero si Louis Lakey fue decisivo en el impulso de este proyecto, no lo fue menos su esposa, Mary Leaky, reputada antropóloga, la cual apostó decididamente por las primatólogas y les dio algo fundamental: el poder de su ejemplo. Un ejemplo que debe ser recordado porque, tanto con su marido como en solitario, hizo decisivos descubrimientos en África que permitieron avanzar en el conocimiento de la historia de nuestra especie y su evolución.

Esta paleontóloga británica, que no fue admitida en Oxford ni en ninguna universidad británica, años después sería nombrada doctora honoris causa en reconocimiento a su contribución en el campo de la arqueología y la paleontología, por el descubrimiento, entre otros, del Paranthropus boisei, homínido de 1,75 millones de años y del Homo Habilis.

Dama de la paleontología

La fascinación de Mary por los lugares salvajes, y por trabajar a solas entre animales, la unió a Louis Leaky con quien se casó en 1936 tras un complicado divorcio que obligó a Louis a dimitir de su cargo en la universidad de Cambridge. 

Mary, ‘la gran dama de la paleontropología’ fue una mujer discreta y rigurosa, todo lo contrario que su marido, al que le gustaba ser el centro de atención y nunca rehuía de la polémica ni de aventurar hipótesis arriesgadas que, una vez separados, su propia esposa criticó por su falta de rigor científico.

Su ejemplo, y el empeño que el matrimonio Leaky puso en que el proyecto de estudiar a los primates en su hábitat natural fuera realizado por estas tres mujeres, inexpertas, pero apasionadas por la naturaleza y por los animales, hizo que ‘las trimates’ se embarcaran en un proyecto que cambiaría el modo en el que la comunidad científica veía a los primates, nuestros antepasados.

Como afirma Miquel Llorente, psicólogo y profesor del máster de primatología de la Universidad de Girona: “No podemos entender al ser humano sin compararnos con aquellos con los que biológicamente más nos parecemos, que son los primates”.

Estudiando también a las hembras

Su aportación revolucionaria a la primatología radica en que «tuvieron el acierto de estudiar no solo a los machos, como era lo usual en los estudios realizados antes de la década de los setenta por primatólogos, sino también a las hembras, consideradas tradicionalmente por éstos como sujetos pasivos en una sociedad muy agresiva y competitiva dominada por los machos», según cuenta Eulalia López Sedeño, profesora de investigación en ciencia, tecnología y género en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Sin embargo, ellas estudiaron no solo a los machos, sino también a las hembras, a los machos no dominantes y a las crías, concluyendo que, “en algunas especies de primates, las hembras tenían relaciones sexuales entre ellas y se juntaban para atacar a los machos y protegerse de ellos”. 

El amor que estas tres mujeres demostraron por los animales, el valor, el tesón, los años de su vida que empeñaron en estudiar a los primates y sus magníficas aportaciones al conocimiento de éstos, creó escuela.

Rebeca Atencia, primatóloga y veterinaria española, ha sido elegida por Newsweek como una de las 20 mujeres del mundo que inspirarán a las nuevas generaciones de científicas.

Escuela en España

Una escuela que en España han seguido Rebeca Atencia, veterinaria gallega que lleva más de veinte años afincada en Congo, directora del Instituto Jane Goodall de este país y elegida por la revista Newsweek como una de las 20 mujeres que inspirarán a las nuevas generaciones, Karmele Llano, fundadora y directora de la organización International Animal Rescue en Indonesia, quien viajó desde el País Vasco a Borneo para proteger a los orangutanes, siguiendo los pasos de Biruté Galdikas; Magdalena Bermejo, investigadora en la República del Congo, y Laia Dotras, Codirectora del Departamento de Investigación del Instituto Jane Goodall, entre otras.

Mujeres que rompieron moldes. Mujeres que inspiran a otras mujeres…

(*) Alicia Domínguez es doctora en Historia y escritora. Eduardo Costas es catedrático de Genética en la UCM y Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia.

Referencias

Mujeres y primatología (I). Una mirada novedosa a la otra mitad de los primates: las hembras - Mujeres con ciencia

Jane Goodall, Dian Fossey y Biruté Galdikas, las tres ‘primatólogas’ que cambiaron la naturaleza y la sociedad (ecoticias.com)

Bellas y bestias: el papel de las mujeres en los estudios sobre primates, Carole Jahme. Ateles, 2022.

Mary Leakey, una vida dedicada a la Paleoantropología (nationalgeographic.com.es)

'Las trimates': El legado de las tres pioneras que miraron a los primates de tú a tú | Público (publico.es)

Louis Leakey y las memorias de África de la evolución | OpenMind (bbvaopenmind.com)

Mary Leakey, antropóloga - Mujeres con ciencia

Instituto Jane Goodall en España

Primatólogas, en España y en el mundo - Mujeres con ciencia

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