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Cine

Dos artistas, dos pioneras

Agnès Varda. WIKIPEDIA

Dos currículos inusuales para sus épocas

Agnés Varda (1928-2019). "Cineasta, fotógrafa y artista francesa, nacida en Bélgica. Su obra fue pionera, y fundamental, en el desarrollo de la Nouvelle Vague francesa de los años 50 y 60. Sus películas se centraron en alcanzar el realismo documental, tratar la problemática feminista y/o producir otros documentales con un estilo experimental muy personal." (Prólogo de su entrada en la Wikipedia inglesa)

Alice Guy-Blaché (1873-1968). Por su obra El hada de los repollos (1896) está reconocida como la primera directora de la historia del cine. "Alice Guy fue una realizadora excepcional, con una rara sensibilidad, una mirada increíblemente poética y un instinto formidable. Escribió, dirigió y produjo más de mil películas. Y a pesar de ello fue olvidada por la industria que contribuyó a crear" (Martin Scorsese en 2011).

Fotógrafas en movimiento

En el cine debe predominar la narración (guion) sobre la imagen (fotografía) para no caer en el videoarte. Aún así, una sólida formación visual es un comodín adicional. Varda y Guy se formaron primero como fotógrafas. Esa base, esos fundamentos, transpiran y realzan todas sus películas.

Coincidieron en su formación y divergieron en sus desarrollos. Como el cine estaba en pañales en su época, Guy cedió las locuras visuales a Mèlies y se concentró en evolucionar las características propias del nuevo arte (fragmentación de planos en una misma secuencia, experimentos muy primarios con sonido) y contenidos (intentó promover, ya en su época, la utilización de actores afroamericanos, no blancos maquillados).

Varda tuvo la inteligencia de presentarse, venderse desde el primer momento como un verso libre. Sumó libertad, talento y apertura de miras. Alternó películas en formato narrativo clásico (Cleo de 5 a 7) con docudramas (Sin techo ni ley) y documentales puros (Los espigadores, Daguerrotipos) y autobiografías artísticas (Las playas de Agnès).

Su última obra, Caras y lugares (2017), reafirma la indisolubilidad del cine y la fotografía, y la función social (no solo narrativa) de ambas disciplinas. Con 89 Varda se unió al fotógrafo J.R. (33), se subieron a una furgoneta adaptada para realizar impresiones en papel de tamaño gigante sobre la marcha y realizaron un peculiar Tour de Francia. Fotografiaron a personas anónimas y pegaron las fotos murales en lugares que invitaran a la reflexión y el debate. Añadiendo un par de notas personales, el último desencuentro con Godard o la visita a la tumba de Cartier-Bresson.

Mujeres comprometidas

Resultados del feminismo (1906) es una precoz e irónica denuncia del machismo por parte de Guy. Los hombres en la cocina y haciendo las camas; las mujeres tumbadas en el sofá, fumando, charlando y regañando a los hombres.

Cleo de 5 a 7 (1962), Le bonheur (1965). Sin que las películas de los cineastas masculinos de la Nouvelle Vague rezumaran machismo, Varda apostó por un feminismo sin complejos con dos de sus mejores películas de los años 60. La primera sigue a una mujer, joven, guapa, pizpireta, superficial, ciclotímica, hipocondriaca con candor narrativo y ramalazos de genio en la realización. La segunda plantea si los matrimonios 'abiertos' son ética y socialmente aceptables, concluyendo con un 'quizás' equivalente a '¿por qué no?'.

Admiradas o ninguneadas

A Varda y Guy les unió su contenido ego y su desmedido amor al cine, a la fotografía, al arte, a contar historias. En lo personal y profesional corrieron suerte inversa. Guy pagó el precio de su feminismo muy adelantado a los tiempos. Las inercias, el machismo finisecular y un matrimonio fallido truncaron su carrera en los años 30. Acabó no en la indigencia pero sí en un injusto olvido.

Varda por su parte siguió avanzando a paso de hormiga, sin taquillazos ni patinazos. Derrochando humor y cercanía. Experimentando, tropezando, acertando, haciendo camino al andar hasta el último suspiro. Sus trayectorias son ejemplos de que el talento puro no diferencia entre sexos, aunque la industria no deje de poner piedras, vallas y muros.

Sobre Alice Guy, además de algunas películas que se pueden ver en Youtube, hay un documental estadounidense muy reciente, Be natural. The untold story of Alice Guy-Blaché (Pamela B. Green, 2018) que cuenta sus logros, obstáculos y penurias de la realizadora. Esperemos que llegue pronto a España. De Agnes Varda Caras y lugares está disponible en DVD; el resto de su obra hay que rastrearlo en plataformas digitales o webs cinéfilas.

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