Esta semana les presentamos una casa de campo cuidadosamente restaurada y espaciosa, que cuenta con cuatro dormitorios, cuatro baños y un bonuto exterior, ideal para pasar los calurosos meses de verano de la isla. Situada en el caso antiguo de Pollença, esta villa cuenta con un gran ambiente acogedor, moderno y relajante junto a un entorno natural muy agradable.
Lo primero que destaca es la fachada de la villa, que se ha realizado mediante la técnica de pedra en sec, reforzando su carácter mallorquín al mismo tiempo que aumenta su belleza exterior y su valor. En su interior, está distribuida en dos plantas y ha sido restaurada con un toque personal y una decoración elegante. Las vigas en en el techo, (de madera) se encuentran por toda la vivienda y los colores que más predominan en las paredes son los colores pastel suaves. Para el mobiliario se ha optado por piezas de colores neutros como el blanco, ayudando a crear contraste con la madera y aportando un aire moderno y limpio al ambiente.
La puerta de entrada conduce al salón-comedor, que está dividido por un encantador arco. Junto a la sala de estar, hay una cocina moderna y totalmente equipada. Las puertas conducen desde la cocina a una terraza con una piedra de mármol. En la planta baja también hay un dormitorio con dos camas individuales y un aseo con ducha. Las escaleras conducen a otras dos habitaciones dobles, las cuáles cuentan con baño privado con ducha y un balcón compartido con magníficas vistas sobre el campo que rodea a la villa. En la planta superior también hay una habitación doble que tiene un baño completo (bañera de hidromasaje y cabina de ducha separada).
En la parte exterior destaca la piscina (la temperatura del agua se puede calentar bajo petición previa), rodeada de césped y un agradable patio en el otro lado, perfecto para tomar el sol y relajarse bajo el sol. Junto a la piscina también hay una pérgola acogedora, con sofás de ratán y cómodas butacas, ideales para disfrutar de una comida saludable mientras se disfruta de las vistas.
