Cuando un vino, por lo general tinto, aunque también se puede aplicar a blancos, muestra aptitudes suficientes para resistir un largo envejecimiento, recibe el apelativo vino de guarda. Su buena evolución en botella, después de una prolongada crianza en barrica de roble, les convierte en buscado objeto de deseo. Los taninos, según su fortaleza, suelen marcar su edad a la hora de consumirlo. Una serie de factores positivos a la hora del envejecimiento óptimo de un vino se encuentra en la cuarta añada del tinto Pecat, de la vendimia 2014. Lo elabora la bodega Canyelles i Batle, situada dentro de la finca Son Simó Vell (Alcúdia), con hotel rural. Este tinto de guarda se creó con las variedades francesas Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Alcanzó una crianza en barrica gala de año y medio, siguiendo un prolongado reposo en bodega. Su tono es granate muy cubierto. Frutas rojas y del bosque dominan en nariz. Ofrece toques golosos y elegantes en boca.
