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La casa

La piedra natural como la clave del éxito

Ca'n Jordi i N'Àfrica ha sido galardonada con el premio Poraxa de Arquitectura Sostenible de les Illes Balears en la categoría de vivienda unifamiliar

Esta semana les presentamos esta construcción, llamada 'Ca'n Jordi i N'Àfrica', que ha recibido el premio Poraxa de Arquitectura Sostenible de les Illes Balears en la categoría de vivienda unifamiliar, ideada por el estudio de arquitectura Ted'A Arquitectes, dirigido por Jaume Mayol e Irene Pérez. Esta vivienda, situada en Montuïri, cuenta con una superfície de 311 m2 y ha contado con la colaboración de Raimon Farré (cálculo estructural) y Toni Ramis, Tomeu Mateu y Margherita Lurani. También participaron los aparejadores Guillem Mas y Bernat Parera y como promotores, Jordi Biel Mayol y Àfrica Serra.

Esta obra, construida en el periodo 2012-2015, ha recibido varios premios desde entonces: ganadora en los Premios de Arquitectur de Mallorca en 2014, 2015, 2016; en 2017 el estudio fue escogido el mejor estudio joven de arquitectura en Portugal y España y, por último, fue ganadora de un premio nacional al mejor edificio del estado español hecho con piedra natural durante el año 2016-2017.

La casa se ubica en la esquina de un solar no muy grande. Esta situación invitaba a compactar la casa sobre uno de sus lados, continuando con la alineación de la fachada a calle y liberando el máximo de jardín posible con un buen soleamiento. Por esto, en lugar de adoptar la habitual organización unidireccional (calle-jardín) de las casas entre medianeras, la propuesta se ordena de manera bidireccional, por lo que no cuenta con una dirección dominante y mira hacia todos los lados.

La estructura tampoco tiene una dirección dominante y de hecho, configura el espacio y se resuelve con muros de carga ordenados en esvástica. A fin de que la estructura muraria protagonice el espacio, los servicios se colocan en el perímetro, configurando una fachada gruesa, liberando el centro de la planta y permitiendo relaciones visuales y de uso entre las estancias. La estructura habitacional coincide con los muros de la estructura portante. En estos muros se abren ventanas exteriores hacia la calle e interiores hacia las otras estancias y no existe diferencia entre unas y otras. La materialización de estos muros es fundamental para el proceso de obra. "Existía en el solar una pequeña edificación de muros portantes de marés, la piedra arenisca local. El sentido común nos llevó a reutilizar estas piezas", aclaran Jaume Mayol e Irene Pérez.

La construcción existente no se derriba, sino que se desmonta y, por otra parte, las viejas piezas de marés se reaprovecharon. Mediante su manipulación y recolocación se revaloriza el trabajo del artesano que años atrás cinceló las regueras de los antiguos abeuradors (lugar donde solían ir a beber los animales). Estas regueras eran el espacio por donde se vertía la lechada de mortero que unía las piezas y, hoy en día, los abeuradors ya no son necesarios. Ahora, texturizarán y caracterizarán la fachada de Can Jordi i n'Àfrica, una textura que con el paso de los años absorberá la pátina añadida por el tiempo. Las viejas piezas de marés, por una cuestión de cantidad, se combinan con piezas nuevas, sacadas de la misma cantera que las viejas, que se utilizan en los puntos donde necesitamos aristar la obra con mayor perfección: marcos de ventanas, remates de cubierta, etc. Así, la obra se injerta en el lugar a través de la lectura del entorno y la comprensión del material y su construcción.

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