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Viajes

Lyon, algo más que fútbol

La tercera ciudad más grande de Francia aguarda rincones mágicos como el barrio renacentista o la catedral

La catedral de Lyon conserva vidrieras del siglo XI y un increíble reloj. opennews

Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia, además que ha acogido la final de la Europa League entre el Atlético de Madrid y Marsella es una increíble localidad para descubrir y disfrutar. En Lyon se pueden conocer, entre otros, algunos de los secretos de la principal de la región Auvernia-Ródano-Alpes, etapa final de la Ruta de la Seda y patria de la “nouvelle cuisine”.

Pasear por el Vieux Lyon

Gran parte de la ciudad es Patrimonio Mundial de la Humanidad y se extiende entre dos ríos, el Ródano y Saona, y dos colinas, lo que le da un encanto único. El Viejo Lyon es el barrio renacentista y medieval de la ciudad, con pequeñas callejas y pasadizos sugerentes. No hay que perderse las famosas escaleras en zigzag de la Cour des Voraces, en la Croix Rousse, una verdadera red de túneles secretos, sabiamente empleados por La Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial o por los canuts en sus revueltas en el XIX.

Notre-Dame de Fourvière

Hasta los menos creyentes deben acercarse a la Basílica Notre-Dame de Fourvière. Para llegar a esta basílica situada en la colina con el mismo nombre es aconsejable coger el funicular. Aunque no reces, vale la pena la visita a esta intrincada basílica. A destacar sus arcos dorados, claustros, y retablos, así como su fantástica acústica. Fue en las ruinas del antiguo foro romano donde en el siglo XII comenzó a construirse un santuario dedicado a la Virgen María. Hoy es todo un centro de peregrinación ya que a lo largo de la historia la Virgen protegió a los habitantes de Lyon de plagas y epidemias y en el siglo XIX, los ciudadanos prometieron construir un nuevo santuario si se evitaba la invasión prusiana. Preciosa particularmente de noche.

Catedral de Lyon

La catedral se encuentra en una plaza abarrotada del distrito de Viejo Lyon. Fue construida entre 1180 y 1480, por lo que el edificio mezcla elementos románicos y góticos. Por desgracia la mayor parte de sus esculturas fueron destruidas en el siglo XVI en las llamadas Guerras de Religión. A pesar de ello, todavía conserva las vidrieras del siglo XI y la gran joya del edificio, su reloj astronómico, un reloj que, además de la fecha y la hora, muestra las posiciones de la Tierra, el Sol, la Luna y las estrellas sobre la ciudad de Lyon. La entrada es gratuita.

Valorar la historia del cine

El Museo Lumiére es uno de los más completos dedicados al séptimo arte. Situado en el palacio que mandó construir Antoine Lumière, el padre de los famosos hermanos que dieron vida a las primeras imágenes, en este centro se recogen los inventos que posibilitaron el nacimiento en 1895 del cinematógrafo, una réplica de este primer aparato y una exposición sobre la gran industria que se generó a partir de entonces. Además, se conserva el Hangar du premier film, el lugar en el que se rodó la famosa Salida de la fábrica, la primera película de los Hermanos Lumiére, que se proyectaría en París el 28 de diciembre de 1895.

Gozar con las muestras de arte

El Museo de Bellas Artes de Lyon es, después del Louvre, uno de los museos de arte más importantes de Francia, con colecciones de antigüedades, objetos de artes decorativas, desde la Edad Media al siglo XXI y pinturas de artistas de la talla de Rubens, Rembrandt, Monet, Van Gogh, Picasso o Matisse, así como algunas esculturas de Canovas o Rodin. Un total de siete salas de exposiciones que requerirían un día entero si quieres verlo todo, aunque las guías de audio te muestran lo mejor en 90 minutos.

Perderse por los traboules

Se trata de uno de los elementos más característicos del viejo Lyon, aunque también se localizan en la zona de la Croix Rouge y la Presqu’ île. Son callejones que atraviesan varios edificios configurando un callejero alternativo a base de callejuelas y patios que permitían aprovechar el espacio para levantar más edificios aprovechando la escalera común. Era también un acceso rápido hacia el Saona que facilitaba transportar el agua más cómodamente y más adelante llevar los rollos de seda hasta el río para ser embarcados. Hay casi 500 traboules en Lyon, muchos de ellos señalizados. Lo mejor es perderse sin rumbo por ellos y disfrutar de la belleza de sus patios.

Navegar por el río Saona

Por solo 11 euros o de forma gratuita si has adquirido previamente la Lyon Card (muy recomentable para una estancia de 48 horas), se puede disfrutar de un crucero de una hora de duración por el Saona y conocer Lyon desde otro punto de vista. Se puede elegir entre dos rutas, una de ellas hasta la Île Barbe y la otra hasta la moderna zona de la Confluence. Ambas rutas parten desde el Quai des Célestins, muy cerca de la rue Mercière, frente al viejo Lyon.

Apreciar las vistas desde el Barrio de la Croix Rouge

Este distrito es una extensión del centro de la ciudad y como éste se encuentra inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En sus calles se conservan algunas casas de los siglos XV y XVI, la Iglesia de San Bruno de los Cartujos y algunas de las características traboules de Lyon, muy utilizadas por los artesanos de la seda, que se establecieron en estas calles en el siglo XIX. Además, a lo largo de las empinadas calles hay numerosos miradores que ofrecen bonitas vistas panorámicas de la ciudad, así como atractivas tiendas de artesanía.

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