-¿Qué tal, don Jorge?
-Pues aquí me pilla usted, entre comparecencia voluntaria y comparecencia voluntaria.
-Pero si han pedido que comparezca todos los grupos parlamentarios menos el suyo, ¿como que voluntaria?
-Pues eso, que la han pedido voluntariamente. Por su voluntad. Pero, finalmente, lo único que se cumple y lo ilumina todo es la voluntad de Dios.
-Hombre ya, pero…
-Ni peros ni nada. No me va a comparar usted la voluntad del Espíritu Santo con la de Cayo Lara, que no sabemos si tiene voluntad y ni siquiera si tiene alma.
-Los de Podemos también han pedido que comparezca usted…
-Esos no tienen representación en la Cámara, por lo tanto no existen. Son como los recién nacidos sin bautizar, que están todos en el Limbo.
-Pero Juan Pablo II dijo que el Limbo no existía…
-A saber cómo estaba bautizado Juan Pablo II.
-Uno de los éxitos más reconocidos de su legislatura ha sido la promulgación de la Ley Mordaza
-Sí. Guinea Ecuatorial y Corea del Norte nos han pedido que se la mandemos por PDF, que les interesa un montón.
-¿Y cómo se les ocurrió semejante ley?
-Leyendo a San Pablo, que tenía un pronto que ni el de San Pedro.
-O sea una Revelación…
-No sea burro, y que Dios me perdone. San Pablo y San Pedro no eran divinos, como Rajoy.
-Pues a mí esa ley me parece excesivamente represiva.
-Primero, usted no sabe qué es el Infierno. ¡Eso sí que es represión! Y le puedo asegurar que lo recomendable para que no te pase nada con la Ley Mordaza es no salir corriendo y no ir desnudo, como el alma de José Ignacio Wert, que tiene nombre de teclado inalámbrico. Si usted corre será por algo y se convierte en sospechoso. Lógica divina… y le advierto que el arcángel Gabriel tiene una mala leche… (y que Dios me perdone).
-Hábleme de su reunión con Rodrigo Rato.
-¡La doble R! Eso es como el triple 6. Hay algo demoníaco en ese espíritu. ¿No sabía usted que los seglares también tenemos la capacidad y la potestad, cedida por el Altísimo, de hacer exorcismos?
-¿Le estaba haciendo usted un exorcismo a Rodrigo Rato?
-Exacto. Pero sólo logré sacarle un demonio muy pequeño que antes vivía en el cuerpo de Ruiz Mateos. Un demonio corto de vista, además. Por eso se confundía.
-¿José María Ruiz Mateos?
-Eso ya no se lo puedo asegurar con certeza. Como hay tantos Ruiz Mateos y son todos iguales…