Piden dos años de cárcel a un submarinista por expoliar un pecio romano en Porto Cristo

El hombre, acusado de llevarse varias piezas del barco del siglo I d.C., alega en el el juicio que las encontró «al lado de la playa» 

Dos técnicos del Consell sostienen que causó «daños irreversibles» en el yacimiento submarino de ses Llumetes

El acusado, ayer durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma.

El acusado, ayer durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma. / M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La Fiscalía reclama una condena de dos años de cárcel para un submarinista alemán acusado de expoliar un pecio romano del siglo I d.C. en la costa de Porto Cristo, en Manacor.El sospechoso, al que también el ministerio de Cultura y el Consell de Mallorca acusan de un delito continuado de daños en el patrimonio histórico, supuestamente se adueñó de varias piezas de cerámica y plomo del yacimiento de ses Llumetes, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). El hombre negó ayer en el juicio celebrado en Palma haber llegado hasta el barco y alegó que encontró esos efectos «al lado de la playa». Dos peritos del Consell concluyeron que «no hay dudas» de que las piezas proceden del yacimiento y aseguraron que el acusado provocó «daños irreversibles».

El acusado, de 52 años, fue detenido por la Guardia Civil el 30 de enero de 2019, cuando una patrulla lo sorprendió cuando salía de una inmersión en la zona del pecio con un detector de metales. Admitió que llevaba consigo «trozos de metal y cerámica», pero negó haberlos cogido del pecio. «Los encontré al lado de la playa, no en el barco. Nunca lo he visto», afirmó. El hombre dijo no saber que se trataba de piezas antiguas con valor histórico.

El submarinista, tras su arresto, explicó a los agentes que en su casa tenía más piezas y se ofreció a enseñárselas. Los guardias encontraron en su domicilio varias cajas repletas de monedas, anillo, pendientes y trozos de metal. «Eran de varias playas de Mallorca en las que había estado. Para mí era una afición para limpiar el mar y hacer un bien», dijo el acusado. Las acusaciones sostienen que estos efectos eran fruto de otras inmersiones en el pecio de ses Llumetes y en otros yacimientos submarinos de Mallorca, algo que el procesado también negó en su declaración.

Dos buzos trabajan en el pecio de ses Llumetes. | IBEAM 

Dos buzos trabajan en el pecio de ses Llumetes. | IBEAM / MARCOS OLLÉS. PALMA

Los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso explicaron que el acusado «desmanteló y expolió el pecio» y que lo vieron salir a la superficie en el punto donde se encuentra el yacimiento. Tras su detención, un buzo del instituto armado realizó una inspección ocular y encontró una riñonera en la que había «clavos típicos de los barcos romanos y monedas». Según explicaron, el acusado les había contado que el emerger había perdido una bolsa con piezas. Además, comprobaron que el pecio estaba destapado y que se habían retirado los sacos de arena y las lonas instaladas para protegerlo.

Dos peritos del Consell de Mallorca detallaron que las piezas incautadas al sospechoso «formaban parte del pecio», situado a unos 30 metros de la orilla, y tenían un importante «valor arqueológico». «Difícilmente podrían haberse desprendido», señalaron sobre la versión del acusado de que los encontró cerca de la playa. Estos especialistas afirmaron que la extracción de las piezas del pecio «alteran de forma irreversible el valor científico» y «pueden provocar la destrucción del patrimonio arqueológico».

Otro experto señaló que el yacimiento de ses Llumetes tiene la máxima categoría de protección y que solo los arqueólogos autorizados pueden acceder a él con detectores de metales. «No tenía ningún tipo de permiso», señaló sobre el acusado.

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