Una vecina de Nigrán (Pontevedra) de 88 años fue localizada en su domicilio del barrio de A Nogueira con síntomas de inanición tras pasar varios días sin abrir la puerta ni contestar llamadas telefónicas. Un agente de la Policía Local tuvo que acceder a la vivienda por una ventana y se la encontró tendida en la cama sin prácticamente poder moverse ni hablar. Una ambulancia la trasladó al hospital muy débil, aunque en principio no se teme por su vida.
La familia de la mujer solicitó ayuda al Ayuntamiento. Llevaban varios días sin poder comunicarse con ella y se temían lo peor. Aunque se trata de una persona autónoma que vive sola, la familia pasa por su casa cada día.
Las alertas saltaron al comprobar que la mujer no había recogido el pan en la puerta
Pero hace diez días se incomodó tras una discusión con una hija y dejó de abrir la puerta a los parientes. No obstante, estos acudían igualmente a diario para dejarle el pan y magdalenas para el desayuno. Las alertas saltaron cuando comprobaron que había dejado de recoger el paquete de la panadería, por lo que acudieron a la concejala de Tercera Edad, María Mayán.
Mayores solos
La edil visita asiduamente a numerosos mayores que viven solos en el municipio para comprobar si necesitan algo o para hacerles compañía. Nunca había estado en casa de esta mujer porque sabía que estaba atendida por su familia, pero se desplazó al pedírselo los familiares, por si a ella sí le abría la puerta. No contestó al timbre ni al teléfono y Mayán llamó a la Policía Local.
Los sanitarios determinaron que llevaba varios días sin probar alimento
La patrulla acudió al lugar y uno de los agentes entró por una ventana trasera del inmueble. Se encontró a la afectada en el dormitorio, muy débil. Tenía los ojos cerrados y no podía moverse ni hablar. Enseguida avisaron al 061, que envió una ambulancia. Los sanitarios la encontraron deshidratada y con claros síntomas de inanición, por lo que le administraron suero por vía intravenosa.
La mujer recuperó parcialmente la consciencia minutos más tarde de que la atendieran y los sanitarios decidieron avisar a su médico de cabecera para que determinase si era conveniente o no trasladarla en su estado. Finalmente, el doctor requirió la evacuación y la ambulancia la condujo al centro médico.
Por los síntomas que presentaba y tras una inspección ocular de la vivienda, los sanitarios concluyeron que podía llevar varios días sin probar alimento, por lo que corría serio peligro.