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Juicio al acusado de un atropello mortal: «Me sentí impotente, no pude evitarlo»

La fiscal le pide dos años y medio por un presunto delito de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico

El acusado del atropello mortal a un peatón en Palma en 2020, ayer, durante el juicio. L. MARINA

«No pude evitarlo. No perdí el control del coche. Me sentí impotente». Con estas palabras, el autor de un atropello mortal a un británico en la avenida Argentina de Palma, cuando conducía un BMW bajo los efectos del alcohol, describió sus sentimientos tras arrollar al peatón. Acto seguido comenzó a sollozar. La fiscal solicita para el procesado una pena de dos años y medio de prisión por un presunto delito de homicidio imprudente y otro contra la seguridad del tráfico. El ministerio público también reclama que le sea retirado el permiso de conducir durante tres años y medio, con lo que este perdería su vigencia.

Los hechos que se enjuiciaron ayer en el Juzgado de lo Penal número 6 de Palma tuvieron lugar sobre las diez de la noche del 10 de junio de 2020 en la capital balear en la confluencia de la Avenida de Argentina con las calles Ramón y Cajal y Comte de Barcelona. Un camión de Emaya estaba estacionado en el carril derecho mientras un operario recogía los residuos.

En ese momento, el británico Alan James Taylor, de 39 años, se disponía a cruzar la calle por la avenida Argentina cuando un BMW conducido por el procesado le atropelló. La víctima sufrió gravísimas lesiones y fue trasladada en estado crítico a Son Espases. No pudo remontar la gravedad de su estado y cuatro días después falleció en el centro sanitario. Las dos pruebas de alcoholemia practicadas al conductor dieron un resultado de 0,50 y 0,49 miligramos por litro de alcohol expirado.

Durante su comparecencia en el juzgado, el conductor del BMW causante del atropello negó que hubiera visto al peatón cruzar la calle. El acusado aseguró, por un lado, que el camión de Emaya estacionado en el carril derecho le restaba visibilidad. También aseguró que el peatón cruzó con el semáforo en rojo.

Sin embargo el operario de Emaya que se encontraba cargando los contenedores en el camión rebatió su versión de los hechos. «El semáforo estaba en rojo para los coches. Creo que el vehículo causante del atropello circulaba a una velocidad excesiva», recalcó. El testigo afirmó que el peatón «cruzaba la calle con normalidad, pero el coche no aminoró la marcha», abundó.

«A 28 kilómetros por hora»

Por su parte, el agente de la Policía Local de Palma que se encargó de laborar el informe técnico y la reconstrucción del atropello precisó que el peatón cruzaba la calle con el semáforo «en fase verde intermitente». En este sentido el funcionario precisó que esta fase semafórica «le permite cruzar la calle y no le obliga a pararse. Es el vehículo el que está obligado a detenerse», puntualizó. Asimismo el investigador del siniestro también situó la velocidad del BMW en el momento de arrollar al peatón en «un mínimo de 28 kilómetros por hora», precisó.

Mientras, un perito forense a instancia de la defensa aseguró que la muerte del joven no se produjo como consecuencia directa del atropello. «Vomitó y luego aspiró lo que había comido. Esto le causó la muerte cerebral indicó». El juicio se suspendió hasta el próximo martes, a la espera de que comparezca otro forense.

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