Diez segundos. Es el tiempo en el que dos presuntos capos de la droga alemanes pasaron de estar tranquilamente tomando algo en una terraza del Paseo Marítimo de Palma a estar en el suelo, reducidos y esposados. Como adelantó DIARIO de MALLORCA, se trataba de dos delincuentes considerados muy peligrosos, por lo que los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) actuaron sin contemplaciones. Los delincuentes, reclamados por la justicia de su país, no tuvieron la menor posibilidad de resistirse.

Los hechos ocurrieron a principios de abril. La Policía alemana había detectado la posible presencia en Mallorca de dos ciudadanos de ese país que estaban buscados como presuntos líderes de una banda dedicada al tráfico de drogas, armas y blanqueo de dinero. Estaban considerados delincuentes muy peligrosos y era posible que fueran armados.

La Policía alemana, a través de la central de Europol, alertó a la Guardia Civil. La Policía Judicial de la Benemérita llevó a cabo una intensa investigación y logró localizar a los sospechosos, que efectivamente habían viajado a la isla recientemente y estaban instalados en un alojamiento turístico.

Los sospechosos fueron sometidos a un seguimiento sigiloso, lo que permitió confirmar su identidad. Una mañana de principios de abril fueron ubicados en una terraza de un bar del Paseo Marítimo, donde pasaban desapercibidos entre los turistas.

Dada la peligrosidad de la intervención, se movilizó a un equipo de agentes de la Usecic, unidad especializada en actuaciones de alto riesgo. Una furgoneta camuflada de la Guardia Civil se acercó discretamente a la terraza en la que estaban instalados los sospechosos y media docena de agentes armados se abalanzaron contra ellos ante la estupefacción del resto de clientes del bar.

Los dos hombres, muy corpulentos, no tuvieron tiempo de reaccionar. En menos de diez segundos habían sido reducidos y yacían esposados en el suelo.

Los dos alemanes fueron trasladados directamente a los calabozos de la Comandancia. En las horas siguientes fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional, que autorizó su extradición a Alemania, donde fueron encarcelados.

Tras los arrestos, los investigadores de la Guardia Civil localizaron los coches de los sospechosos, dos vehículos de alta gama con los que habían viajado a Mallorca. En su interior encontraron una gran cantidad de dinero en metálico, cerca de 10.000 euros.

Según la información facilitada por la Policía alemana, los dos detenidos eran los principales jefes de una organización criminal investigada por tráfico de drogas, de armas y blanqueo de capitales. 

Los dos hombres llevaban pocos días en Mallorca cuando fueron arrestados, y en principio se desconoce si estaban de vacaciones o si planeaban extender su actividad delictiva a la isla.