Una veterana ladrona, con casi 80 detenciones en su haber, ha sido detenida el lunes por un policía fuera de servicio después de que hubiera desplegado una intensa actividad delictiva los meses de marzo y abril a en el barrio palmesano del Coll den Rabassa. La delincuente, de 61 años, habría perpetrado al menos nueve sustracciones en restaurantes, establecimientos y domicilios. Tras ser puesta a disposición judicial, el juez la ha enviado a prisión.

El 'modus operandi' de esta malhechora para cometer las fechorías siempre era igual. En todos los casos , la delincuente aprovechaba un despiste de las víctimas para actuar. Lo más habitual era que se hiciera con carteras y bolsos, aunque en ocasiones se acercaba sigilosamente a la caja registradora del establecimiento en el que se encontraba, generalmente restaurantes, y sustraía el dinero de la recaudación antes de irse.

Ante el aluvión de robos perpetrados por esta hiperactiva ladrona, la Policía Nacional inició una investigación para tratar de esclarecer estos delitos. Todos los indicios apuntaban a que la autora era una vieja conocida, con 78 detenciones en su haber. De hecho uno de sus últimos arrestos fue reciente, aunque se desconocía actualmente su paradero.

La osadía de esta delincuente era tal que no tuvo reparos en colarse en una casa habitada, tras aprovechar un despiste de la propietaria. La dueña estaba en el interior. Esto no fue óbice para que la ladrona sustrajera todo el dinero del interior del domicilio. Al salir de la vivienda, la moradora cerró con llave y dejó a la intrusa dentro sin saberlo. Esta circunstancia obligó a la malhechora a escapar del inmueble por una ventana.

En las últimas semanas, la veterana delincuente perpetró dos hurtos en restaurantes del Coll den Rabassa. En uno de ellos sustrajo una riñonera con 2.500 euros en el interior. En la otra fechoría, entretuvo a los clientes antes de desvalijarles sus objetos personales. Además, con las tarjetas de crédito que había obtenido en sus numerosos robos se dedicaba a hacer compras personales.

El pasado lunes, un policía fuera de servicio se topó en la calle con la archiconocida delincuente en los alrededores de su escenario predilecto para perpetrar las fechorías: el barrio del Coll den Rabassa. Al tener pleno conocimiento de que la ladrona estaba siendo buscada para su detención, el agente la arrestó. Los intentos de la ladrona por zafarse de la detención fueron vanos. Al ser puesta a disposición judicial, a tenor de sus casi 80 detenciones por el mismo motivo, el juez de guardia ha decretado su ingreso en prisión.