Una joven acusó este jueves a su primo de haberla violado cuando ella tenía 15 años en Artà. La chica aseguró en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial que el sospechoso, tres años mayor, empezó a hacerle un masaje contra su voluntad y acabó bajándole los pantalones y penetrándola. “Yo le pedí muy seriamente que parara, pero el me dijo que no”, explicó. Según dijo, no era la primera que su familiar la sometía a abusos sexuales. El sospechoso, por su parte, negó haberla forzado y sostuvo que las relaciones fueron consentidas: «Empezamos a tontear y me pidió un preservativo. Fue un error de los dos», dijo. La fiscalía reclama para él una condena de 14 años de cárcel por un delito de agresión sexual.

Los hechos ocurrieron el 1 de abril de 2016 en el domicilio donde la chica convivía con sus padres y su hermano en Artà. Los dos primos estaban viendo la televisión en la habitación de él. «Me empezó a hacer un masaje en la espalda. Le dije que parara porque no quería. Él me bajó los pantalones, yo me los subí, y el volvió a bajármelos. Le pedí muy seriamente que parara, pero me dijo que no», contó. Entonces, relató, la penetró contra su voluntad. «No sé como me sentía. Yo solo sabía que no quería, que eso estaba mal», afirmó.

La chica declaró que no era la primera vez su primo abusaba de ella. Según dijo, ya había sufrido tocamientos: «Yo siempre le decía que no, pero él pasaba de lo que yo le decía». Por eso, explicó, intentaba no quedarse a solas con él. El tribunal quiso saber por qué sí lo hizo aquel día. «Hacía tiempo que no pasaba, pensé que ya se había acabado», respondió.

La chica ha explicado que sigue bajo tratamiento psiquiátrico y psicológico por estos hechos, que la llevaron a mudarse con su familia a otra población y a cambiar de centro escolar. Su madre añadió que la joven intentó suicidarse tras aquel episodio. «Tomó pastillas y se cortó las venas. Tuvieron que llevarla al hospital», afirmó la mujer. «Me dijo que no podía con la situación», añadió.

El procesado, por su parte, negó en todo momento haber forzado a su prima a mantener relacione sexuales, y mantuvo que fueron consentidas. “Fue un error de los dos, una tontería. No sé por qué pasó”, señaló. Según su versión, cuando su prima llegó a su casa empezaron “a tontear, con besos y cosquillas”. El procesado dijo que su prima no le pidió que parase y ni se mostró cohibida. “No dijo nada durante la relación”, explicó. El joven afirmó que las relaciones entre su familia y la de la víctima se rompieron tras la denuncia. “No sé que pretende sacar con esto”, sentenció.

Dos amigos de la joven explicaron que unos días después ella les contó que su primo había abusado de ella, «sin entrar en muchos detalles».

El ministerio público reclama para el joven 14 años de cárcel por un delito de agresión sexual y que indemnice a la víctima con 6.000 euros.