Ajax, el perro de la Guardia Civil que evitó un atentado de ETA al detectar una bomba adosada a un vehículo que estaba a punto de explotar en Mallorca en 2009 y que después fue recibido por el rey Juan Carlos, tiene desde este lunes una estatua en Antequera (Málaga).

El pastor alemán recibió en 2013, poco antes de morir, la medalla de oro de la principal organización benéfica veterinaria del Reino Unido, la People's Dispensary for Sick Animals, tras salvar vidas en el frustrado atentado de ETA, junto a su guía y sargento de la Guardia Civi, Juan Carlos Alabarces, natural de Antequera (Málaga).

Ajax fue recibido por el rey Juan Carlos el 18 de junio de 2013 tras ser el primer perro español y el segundo de fuera del Reino Unido en lograr la condecoración de la citada organización británica, que únicamente se había otorgado a 21 canes en todo el mundo hasta entonces. Esta es la máxima distinción que se entrega a un animal y equivale a la Cruz de San Jorge para ciudadanos que destacan por sus actos de valentía.

Alabarces, que ha estado presente en el acto de inauguración de la estatua creada por el escultor Antonio García Herrero, ha recordado con emoción la figura de Ajax, del que ha destacado su “conexión inmediata” y el “honor y lealtad” del perro con él y con la Guardia Civil. “De poder estar aquí o no estar hay una estrecha línea o mala decisión que aquel día, gracias a Ajax, no hubo”, afirma el sargento, que insiste en que el perro evitó “una masacre”, debido a la ubicación del vehículo “en una zona rodeada de hoteles, en temporada estival y en Mallorca”, ha recordado.

También ha estado presente en el acto la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, que ha destacado el “binomio perfecto” que existe entre un agente y su perro, y ha dicho de Ajax que es el perro "con mayor relevancia” en la Benemérita gracias a su “ayuda inestimable”.

El alcalde de Antequera, Manuel Barón, ha subrayado la importancia de la Guardia Civil en la sociedad y su labor para salvar la vida de inocentes, y se ha mostrado orgulloso de la estatua, que honra la memoria de un perro que actuó “con honor y entrega”.

Ajax falleció por anemia y una infección de hígado el 8 de agosto de 2013 a los doce años, ya retirado, s- en el parque Lobopark de Antequera, pero su recuerdo ya es inmortal gracias a esta estatua a la que, en palabras del que fue su compañero, al "solo le falta ladrar”.