Fernando Garfella, de 31 años, uno de los mejores documentalistas submarinos de España, falleció ayer cuando buceaba frente a Cala Estellencs a unos 70 metros de profundidad. Garfella se había desplazado en barca a seis millas de la costa con su novia, que le aguardaba en la superficie. Ante la tardanza, su pareja avisó a un amigo, que acudió y se sumergió sin éxito. Los buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil acudieron al rescate, pero no pudieron recuperar el cuerpo.

El incidente se registró sobre la una de la tarde. Fernando Garfella, muy conocido y galardonado por sus documentales submarinos, se dispuso ayer a realizar una inmersión de alta profundidad en solitario. Se encontraba a unas seis millas frente a Cala Estellencs y a unos 70 metros de profundidad.

Un amigo al rescate

Ante la tardanza en salir a la superficie, su pareja avisó a un amigo. Este no vaciló en enfundarse el neopreno y el equipo de submarinismo y dirigirse al punto donde se encontraba Fernando Garfella. Hasta el punto de que puso en serio riesgo su vida.

Al realizar una inmersión de alta profundidad, el rescatador agotó por completo el aire que contenía la botella. Solo pudo llegar a la superficie sin realizar la obligada parada de seguridad. Por este motivo sufrió un grave problema de descompresión.

Un helicóptero de Salvamento Marítimo acudió al rescate y le evacuó a ras de mar, para minimizar el impacto de la presión. En Sant Elm, una ambulancia le trasladó hasta la Clínica Juaneda de Palma. Allí se le introdujo en la cámara hiperbárica y se le administró oxígeno a alta presión para eliminar las burbujas de nitrógeno que se le habían acumulado en la sangre.

Por su parte, los buceadores de la Guardia Civil se sumergieron ayer hasta una profundidad de 50 metros, pero no pudieron encontrar el cuerpo de Garfella. Las estimaciones apuntan a que podría encontrarse a unos 85 metros. Hoy está previsto que reanuden la búsqueda provistos de Nitrox en las botellas.

El fallecimiento de Fernando Garfella causó ayer una profunda conmoción en Sant Elm y en el Port d'Andratx, de donde es natural. En señal de duelo se suspendieron ayer todos los actos festivos programados en la primera localidad.