Una joven que padece una discapacidad psíquica acusó ayer a un conocido suyo de abusar sexualmente de ella en Palma. La víctima relató durante el juicio cómo el sospechoso la sometió a tocamientos en un coche. "Yo le decía que parara, pero no me hacía caso. No podía salir porque había cerrado las puertas", contó la chica entre sollozos. El procesado, para quien la fiscalía reclama un año y medio de prisión por un delito de abusos sexuales, negó tajantemente las acusaciones. "No he hecho nada. No sé por qué ella dice esto", aseguró.

Los hechos ocurrieron, según el relato de la víctima y de la fiscalía, el 31 de marzo de 2019 en la zona de Santa Catalina. La joven contó ayer durante el juicio que fue a pedirle 20 euros a su exnovio a la frutería donde él trabajaba. El chico le dijo que no tenía y le indicó que quizá el dueño del negocio podría prestárselos. "Él estaba en un coche y me acerqué para pedirle el dinero. Me dijo que entrara y entonces empezó a tocarme por todo el cuerpo. Yo le dije que parara, pero no me hacía caso. Había cerrado las puertas con el pestillo y no podía salir" del vehículo, narró la denunciante, que tiene una discapacidad psíquica del 57 por ciento.

Finalmente, el hombre le dio los 20 euros que le había pedido y la dejó salir del turismo. La chica explicó en la vista oral que no era la primera vez que sufría tocamientos por parte del sospechoso. Según dijo, solía acudir a la tienda que él regenta y allí, en el almacén, el hombre la manoseaba en las piernas.

El padre de la joven contó que ella regresó llorando a su domicilio esa tarde y le contó lo ocurrido. "Estaba muy histérica", recordó. Ambos fueron entonces en busca del acusado y llamaron a la Policía, que acudió al lugar y detuvo al hombre. Una de las agentes que la atendió señaló que la chica estaba "muy nerviosa y agitada" y que le contó que el sospechoso la había manoseado.

El procesado, de 37 años, negó rotundamente las acusaciones. En su declaración explicó que apenas conocía a la víctima. Según dijo, ella se acercó al coche, le pidió 20 euros y se los dio. El hombre rechazó haber sometido a tocamientos a la denunciante y afirmó que ni siquiera llegó a montar en el turismo. Al concluir la vista oral, hizo uso de la última palabra: "No he hecho nada. No sé por qué dice esto", concluyó, apuntando a un móvil económico sobre la denuncia contra él.

La fiscalía solicitó para él una condena de un año y medio de prisión y que indemnice a la víctima con 1.000 euros, así como una orden de alejamiento durante dos años, como autor de un delito de abusos sexuales.

La abogada defensora, por su parte, cuestionó la versión de la denunciante y aseguró que no hay pruebas suficientes para condenar al hombre. "Su relato no es creíble. Se monta una película y reclama mil euros", sentenció la letrada, que solicitó la absolución del procesado.