Durante los dos meses que el estado de alarma lleva en vigor, la Guardia Civil ha realizado un despliegue en Balears de todos sus efectivos disponibles con una misión primordial: vigilar el cumplimiento de las restricciones por la alerta sanitaria del coronavirusalerta sanitaria del coronavirus. Más de 8.000 denuncias de propuestas de sanción han levantado los agentes del instituto armado en los más diversos ámbitos.
Una célula de seguimiento, con sede en la Comandancia de la Guardia Civil de Balears en la calle Manuel Azaña, se ha convertido en el cuartel general de vigilancia del Covid-19. Todos los días de la semana, las 24 horas del día, se controlaba cualquier contingencia que pudiera surgir relacionada con la alerta sanitaria del coronavirus. Ante cualquier necesidad que pudiera surgir en el momento más imprevisto, se movilizaban a los agentes más cercanos a la zona señalada.
Especialmente intensa ha sido la actividad durante estos dos meses de los agentes de Guardia Civil de Tráfico. Durante la fase cerofase cero del confinamiento, la vigilancia del desplazamiento a las segundas residencias ha sido especialmente exhaustiva. Algo prohibido terminantemente en estos momentos en virtud del estado de alarma.
Los deslazamientos por carretera solo se podían efectuar si estaban debidamente justificados. En un principio solo se permitía a una persona por vehículo o si tenían que acompañar a otra, estaba permitido en caso de una necesidad especial o una discapacidad.
147.347 vehículos controlados
En el transcurso de estos dos meses desde que se implantó el estado de alarma, la Guardia Civil ha controlado a 147.347 vehículos en el archipiélago. En estos dispositivos se han identificado a 284.940 personas.En la víspera de la Semana Santa, algunos de estos puntos de vigilancia permanecieron activos durante más de diez horas.
Además, durante las jornadas más duras de la pandemia, los efectivos del instituto armado han prestado un especial apoyo a las residencias de personas mayores ante cualquier necesidad que pudiera surgir. Buena prueba de ello es que en estos dos meses han realizado 170 visitas semanales a estos centros. Desde la recogida y entrega de medicamentos o material sanitario (mascarillas o guantes) hasta llevar la ropa a lavandería. La Guardia Civil ha puesto sus agentes y sus vehículos a su disposición.
Durante estos dos meses se ha prestado especial atención a las farmacias. Los efectivos del instituto armado han mantenido un contacto permanente ante cualquier problema de seguridad que pudieran tener.
En Son Sant Joan y en los principales aeropuertos de las islas, los agentes han vigilado escrupulosamente que se cumplan las restricciones de entrada y salida. Así, media docena de personas que llegaron a Eivissa procedentes de Barcelona sin residencia en la isla, fueron denunciadas y devueltas en el siguiente vuelo a la Ciudad Condal.
El Servicio Marítimo y los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) han extremado la vigilancia por mar. En concreto, han prestado especial atención a los yates, veleros y embarcaciones de recreo que llegaban a las islas de forma irregular. En muchos casos no se ha dejado a estas embarcaciones amarrar en el muelle y se ha denunciado a sus ocupantes.
Muchas de estas actuaciones han contado con el apoyo del helicóptero de la Guardia Civil. Los agentes otean desde el aire las embarcaciones y lo comunican a las patrulleras.
La atención a los ancianos no ha quedado circunscrita a los geriátricos. Los agentes también han visitado las viviendas más aisladas donde residen personas mayores. Una vez allí, les preguntaban cómo se encontraban y si tenían alguna necesidad.
Desinfección de hospitales
Durante estos días de duro confinamiento se ha vigilado escrupulosamente a las víctimas de violencia de género. Se han monitorizado y supervisados los casos de Viogen activos. En estos dos meses, la Guardia Civil ha recibido más de 6.500 llamadas relacionadas con esta lacra.
Por su parte, El Grupo de especialistas en desactivación de explosivos (Gedex), como unidad especializada de la Guardia Civil en NRBQ, ha participado en la desinfección de los hospitales Can Misses de Eivissa y Mateu Orfila de Maó. También ha higienizado centros de salud en Santa Eulària o Sant Antoni de Portmany y el geriátrico de es Mercadal.
Pese al confinamiento obligatorio en la fase cero, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) tuvo que participar en el salvamento de una senderista italiana y de su perrosalvamento de una senderista italiana y de su perro, que desoyó las restricciones sanitarias. La labor se realizó en condiciones muy extremas -de noche, bajo la lluvia, haciendo rapel en una zona escarpada- y se prolongó durante más de seis horas. Tras ponerla a salvo, esta persona fue denunciada por la Guardia Civil por incumplir la alerta sanitaria durante el estado de alarma. Algo que ya había hecho en otras dos ocasiones anteriores.
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