El Camí de sa Torrentera, en Sóller, estuvo casi un día entero cortado después de que un camión de una empresa de limpieza de fosas sépticas quedara encajado entre las dos paredes que lo delimitan. Según explicó el chófer a la Policía Local, se había metido en ese camino siguiendo las indicaciones del navegador, sin percatarse de que la vía era demasiado estrecha hasta que fue demasiado tarde. El incidente ocurrió el pasado martes, sobre las cinco de la tarde. La Policía Local recibió el aviso de que un camión estaba atascado en el camino, y no podía salir ni hacia delante ni hacia atrás. Las pasaron canutas para sacar el vehículo pesado, que no pudo ser liberado hasta las nueve y media de la mañana siguiente. Durante este tiempo el camino estuvo cortado, tanto para vehículos como para peatones, ya que no quedaba ni un resquicio por donde pasar.

Incendios desapercibidos

El lunes los Bombers de Palma fueron requeridos por un fuego que se había declarado varios días antes en un domicilio, sin que nadie se enterase. Los bomberos comprobaron que el fuego había quemado parte de la cama y el colchón de un dormitorio cerrado. El incendio se extinguió solo al consumirse el oxígeno de la habitación... y nadie se enteró. Cuando se dieron cuenta, habían pasado ya varios días. Los bomberos revisaron la casa, pero no había mucho más que hacer. Un par de días antes se declaró otro fuego en un domicilio de la calle Sant Jaume de Palma. En este caso se trató de una olla al fuego que habían dejado en la cocina. En el interior había una persona dormida, que tampoco se enteró de nada.

Pleno delictivo

Durante la celebración de los foguerons de Sant Antoni, un conductor se saltó un control de la Guardia Civil de Tráfico en una carretera de la Part Forana. Una patrulla de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) consiguió interceptarlo y descubrió los motivos de su huida. Además de estar ebrio, su vehículo no tenía el seguro obligatorio y la ITV le había caducado. Para más inri, sobre el hombre pesaba una orden de detención dictada por un juzgado. Un pleno.

Un anciano preocupado

A anciano condenado por agredir a un vecino suyo le explicó la jueza que la sentencia incluía la prohibición de acercarse a menos de 50 metros de la víctima. El hombre se mostro contrariado por esta medida. "Es que yo paso cercano a su casa", planteó. "Pues dé un rodeo", le replicó la magistrada.