El juez ha condenado a catorce años de prisión a Svetlana Batukova, la mujer que mató a su marido, el alemán Horst Hans Henkels, causándole cortes en los brazos hasta que se desangró en Cala Millor en abril de 2016. El magistrado ha impuesto a la acusada, rusa de 49 años, la pena solicitada por la fiscalía tras el veredicto del jurado popular, que la declaró autora de un delito de homicidio. En la sentencia, destaca la "extrema gravedad" de los hechos y "la frialdad de ánimo" de Batukova, así como la limitada capacidad de defensa de la víctima por su débil estado físico y sus 70 años de edad. La defensa de la mujer recurrirá el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears para reclamar de nuevo su absolución.

La sentencia considera probado que el crimen se cometió entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde del 1 de abril de 2016. Batukova y Henkels se encontraban en su domicilio de la calle Bellavista en Cala Millor, en Sant Llorenç. La mujer, con la intención de matar a su marido, cogió un cuchillo serrado y le cortó varios trozos de carne y piel de uno de los brazos.

La víctima sufrió una hemorragia masiva que le acabó causando un shock hipovolémico y la muerte. Cuando el hombre ya había fallecido, los dos perros que vivían con la pareja en la vivienda atacaron y mordieron el cadáver de forma espontánea. Los animales le provocaron diversas heridas por mordedura en las piernas y desgarros en los brazos, llegando a comerse la masa muscular de las dos extremidades inferiores, afirma la sentencia.

Con este relato de hechos probados por el jurado popular, el magistrado considera que debe imponerse a la mujer la pena solicitada por la fiscalía: catorce años de prisión por un delito de homicidio con la agravante de parentesco, frente a los diez años reclamados por la defensa. El magistrado considera que la conducta de Batukova "reviste una extrema gravedad". El juez destaca el estado físico de la víctima, descrito por la forense como casi famélico debido a que solo podía ingerir líquidos por la enfermedad que padecía, lo que a su juicio limitaba su capacidad de defensa junto a su avanzada edad.

El magistrado califica la conducta de la mujer de "especial crueldad", ya que mató a su marido causándole cortes en el brazo con un cuchillo mientras estaba vivo. Dejó que se desangrara sin prestarle ninguna ayuda y en ningún momento alertó a los servicios de emergencias.

El juez, sin embargo, destaca que los jurados no consideraron probado que la mujer cometiera el crimen con alevosía y ensañamiento, como defendía la fiscalía, que reclamaba inicialmente 25 años de prisión por un delito de asesinato. El tribunal concluyó que la dosis de diazepam hallada en la sangre de la víctima era muy baja para reducir su capacidad de defensa. Tampoco encontró el jurado pruebas de que Batukova azuzara o incitara a los perros a morder el hombre, y consideró que los mordiscos de estos fueron posteriores a la muerte. Finalmente, tampoco consideraron probado que Henkels hubiera sufrido de manera innecesaria.

Los miembros del jurado descartaron asimismo la versión ofrecida por la acusada, que siempre ha sostenido que su marido falleció a consecuencia de un ataque de los perros y se ha desvinculado de su muerte. La sentencia destaca que las pruebas, según el tribunal popular, evidencia que la mujer participó en el fallecimiento de su marido.

Cinco de las nueve personas que formaron parte del jurado se mostraron conformes con que a la acusada se le suspenda el cumplimiento de la pena de prisión y dos dieron su visto bueno a concederle el indulto.

El abogado defensor, Bartolomé Salas, recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears.

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